jueves, 4 de octubre de 2012

Familia de gay chileno enfermo impide visitas a su novio



Un joven de 23 años, Sebastián, presentó hoy con el patrocinio el abogado Alan Spencer y el respaldo del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) un inédito recurso de protección a favor de su pareja, Javier, quien se  encuentra internado en estado grave en el Hospital Salvador y sin posibilidad de hacer valer sus derechos dado su deteriorado estado de salud.

El recurso se expuso ante la Corte de Apelaciones de Santiago en virtud de que la familia de Javier ha impedido sistemáticamente que Sebastián pueda visitarlo, sólo en razón de que no aceptan los vínculos entre personas del mismo sexo, a lo que se suman amenazas de golpizas contra Sebastián.

Esta situación es tremendamente grave y dolorosa. Sebastián nos ha relatado su caso en medio de llantos y una gran tristeza. Esperamos que la justicia resuelva que él pueda visitarlo y que el Estado tome nota de que la ausencia de una legislación que regule las convivencias, tienen efectos desastrosos en todas las relaciones amorosas que no pueden o no quieren acceder al matrimonio”, sostuvo el Movilh.

En los últimos dos meses Javier comenzó a enfermarse presentando síntomas como “decaimiento, pérdida de apetito, pérdida de coordinación motriz, problemas con el habla y cansancio”.

El 17 de septiembre pasado la madre de Javier solicitó que su hijo se quedara en su casa por un plazo de un día. “Accedimos y  el 18 de septiembre lo encontré en peores condiciones que antes y Javier me pidió que lo llevara de regreso a nuestro hogar”, relató Sebastián.

Sin embargo, por petición de la madre de Javier, la pareja accedió a que este permaneciera un día más en la casa de su progenitora, lo que dio paso a una serie de graves y crueles episodios de discriminación

Luego, el 26 de septiembre “la madre de Javier me dice que no quiere que participe más de la recuperación, mientras que mi pareja se encontraba absolutamente imposibilitada de llamarme o comunicarse conmigo, pues su familia se lo impedía”.

“El fundamento de tan férrea oposición a mi presencia, la que se  prolonga hasta hoy, es que la familia es evangélica. Me han dicho que la relación que tengo con Javier es moralmente reprochable, pecaminosa, degenerada y repugnante para Dios, por lo que no podíamos seguir viéndonos". 

“Una vez pude ver mi pareja en el Hospital. Me miró, sonrió, abrió, lo ojos y me dijo que “yo creo que mañana nos vamos para la casa”.  Después no he podido verlo más pues los padres de Javier hablaron con los guardias del hospital para que impidieran mi ingreso”, dijo Sebastián.

Puntualizó en el recurso de protección que “nos están discriminando. Están privando a Javier de su legítimo derecho de verme a mí, su pareja, conculcando con ello su libre albedrío”.

Tomado de:http://www.movilh.cl

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