Casi hasta la una de la madrugada duró el debate sobre la
aprobación del matrimonio igualitario en Uruguay. Finalmente 81 de los 87
diputados presentes votaron a favor. El diputado socialista Julio Bango declaró
que este modificación de la ley gay es “un broche de oro” en la lucha por los
derechos humanos, junto a la legalización del aborto y de la marihuana.
La mayor parte del debate se centró, sin embargo, en la
modificación del Código Civil en lo que respecta a que los hijos adoptados por
padres homosexuales tenían prohibido conocer el nombre de sus padres
biológicos. Tras una ardua discusión se eliminó ese precepto y solo se
conversará en el caso de los concebidos mediante fecundación “in vitro”, pues
el donante de semen tiene reconocido este derecho.
La iniciativa, además, precisa que las parejas homosexuales
puedan elegir el orden de apellidos de sus hijos y otorga el derecho a los
matrimonios heterosexuales a hacer lo mismo si así lo desean.
Como en tantas ocasiones, Uruguay toma una medida cuando ya
ha sido aprobada en su vecina Argentina, con quien mantiene una relación de
amor-odio, un país que hizo historia en América Latina al romper con el
machismo y aprobar este tipo de uniones.
Tomado de: http://www.ociogay.com
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