The Central Station
Foto: http://www.themoscowtimes.com/
The Central Station no ha podido ser cerrado, incluso con la
ley homófoba en la mano, porque tenía licencia de las autoridades hasta 2017,
pero lo que no se ha logrado vía normativa se ha conseguido por el
hostigamiento que ha sufrido durante las últimas semanas.
Se trata del mayor club gay de la ciudad y de toda rusia,
que ha encadenado una serie de ataques: tiroteos, agresiones violentas e
incluso el lanzamiento de gases venenosos.
Esta situación llevó a que su gerente hasta ahora, Andrei
Lischinsky, renunciara hace unas semanas, pues no solamente había sufrido estas
presiones violentas sino que vio también como la policía se había negado a
investigar ninguno de estos incidentes.
“Renuncio a mi trabajo como consejero delegado del club The
Central Station el 1 de febrero de 2014, cansado de luchar con los “molinos de
viento”. Han sido tres años de trabajo inolvidable en el mayor club gay en el
país, aunque también hemos sufrido mucho: nos han atacado el club, han quemado
mi coche”, aseguró al anunciar su marcha. Los propietarios esperaban encontrar otra persona que se
hiciera cargo, pero, finalmente, han tomado la decisión de cerrar
definitivamente sus puertas.
Tomado de: http://www.ociogay.com/
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