Hasta ahora se había comprobado como el aumento o la falta
de testosterona en un momento concreto del embarazo podía modificar la
orientación sexual de algunas ratas convirtiéndolas en gays o lesbianas.
Esta era la teoría más aceptada hasta el momento sobre la
homosexualidad, pero era evidente que todavía quedaban puntos por solventar.
Pues bien, investigadores de la Universidad de California han matizado la
teoría incluyendo la epigenética.
La epigenética estudia esos conjuntos de factores que hacen
que unos genes se acaben expresando en el sujeto o no. En este caso los
investigadores han encontrado un grupo de esos factores que regula la respuesta
a la testosterona y que es heredable, lo que explicaría la cantidad de
homosexuales presentes en algunas familias y la existencia de hermanos gemelos
idénticos en los que uno es homosexual y el otro heterosexual.
En concreto esta teoría nos viene a decir que si un feto
masculino hereda ser sensible a la falta de testosterona y se produce el
descenso de la hormona durante el embarazo, el embrión será gay al crecer, al
igual que si un feto femenino hereda ser sensible al aumento de testosterona y
se produce ese aumento durante la gestación, de mayor será lesbiana.
Los propios científicos que han realizado este estudio dejan
la puerta abierta a que otros factores influyan en la homosexualidad humana,
pero lo cierto es que cada vez consiguen cercar más las razones de la variedad
de orientaciones sexuales.
Tomado de: http://www.ambienteg.com
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