El Congreso brasileño ha intentado en varias ocasiones
aprobar los matrimonios del mismo sexo, pero los evangélicos se han opuesto
siempre a ello. Ahora, el Consejo Nacional de Justicia ha decretado que las
notarías están obligadas registrar los matrimonios entre personas del mismo
sexo.
Según informó este órgano en un comunicado, no sólo los
notarios deberán unir a nuevos cónyuges, sino que, además, deberán facilitar el
trámite de conversión de uniones civiles en matrimonio. Esto significa una
victoria del movimiento LGTB brasileño.
La votación se produjo después de que varias notarias se
negaran a realizar estos trámites. Esta resolución se suma al fallo del
Supremo, que, en 2011 consideró legal el matrimonio entre dos mujeres.
En el plano político, Jean Wyllys, el primer diputado
abiertamente homosexual de la historia del país carioca, está realizando una
intensa campaña para lograr la supresión del artículo constitucional que define
al matrimonio como unión entre un hombre y una mujer.
Tomado de: http://www.ociogay.com
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