Foto: http://www.bok-o-bok.ru
En junio de este año, el Tribunal Superior de Justicia de
Estados Unidos declaraba inconstitucional la ley que definía el matrimonio como
la unión entre un hombre y una mujer, con lo que se abría la puerta para la
legalización del matrimonio igualitario en todo el país.
Desde entonces, se han producido varias demandas contra
diferentes elementos de la industria de las bodas (estudios de fotografía,
salones de fiestas, fabricantes de tartas...) que se negaban a proporcionar sus
servicios a parejas del mismo sexo.
Aunque todavía no se había producido ninguna demanda por
estos motivos contra una iglesia, los abogados han decidido adelantarse y
cambiar los reglamentos internos de cada vez más iglesias conservadoras.
Gregory Erwin, abogado de la Convención Baptista de Louisiana,
lo tiene claro. “Pensaba que el matrimonio era siempre entre un hombre y una
mujer, pero el Tribunal Supremo ha dicho que no. Así que es mejor estar
preparado, porque las leyes están cambiando. América está cambiando”, recoge
Pink News.
Kevin Snider, abogado del Instituto de Justicia del
Pacífico, una organización sin ánimo de lucro especializada en la defensa legal
de cuestiones relativas a las creencias cristianas conservadoras, reconoce que
aunque no se ha hecho ninguna efectiva, varios pastores y líderes religiosos
han sido amenazados con demandas judiciales por negarse a casar a parejas del
mismo sexo.
Algunas críticas señalan que este cambio masivo en los
reglamentos, más que solucionar un problema, puede provocarlo.
Tomado de: http://noticias.universogay.com
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