La homofobia más virulenta sigue ganando
adeptos en África. Esta vez en Etiopía, donde se ha celebrado una conferencia
para tratar las “desastrosas consecuencias” de la homosexualidad. En ella han
participado más de 2,000 personas, entre miembros del gobierno, líderes
religiosos y representantes de la sociedad civil.
El evento tuvo lugar el pasado 9 de junio
en el edificio de la Unión Africana situado en Adís Abeba, la capital del país,
y fue patrocinado por la Seyoum Antonius, de la organización Unidos para la
Vida, que se define como cristiana, antiabortista y a favor de la “santidad del
matrimonio”. Antonius expuso los resultados de un estudio en el que habría
“demostrado” que la homosexualidad es el resultado de una educación inadecuada
y que favorece la aparición de las enfermedades de transmisión sexual y de
“trastornos psicológicos severos“, lo cual hace tiempo que fue descartado por
las principales asociaciones de medicina y psicología del mundo.
En la conferencia también participó un
supuesto testigo de un joven etíope que, de acuerdo con su relato, habría sido
víctima de una violación a los seis años y que en consecuencia se habría
“infectado con la enfermedad homosexual” durante veinte años, además de
contraer el VIH, pero que se habría “curado de la homosexualidad“.
Uno de los representantes del gobierno
criticó la intención de Barack Obama y David Cameron de asociar la ayuda al
desarrollo con el respeto a los derechos LGTB, afirmando que “no queremos su
ayuda mientras esté ligada a la homosexualidad“. El mismo portavoz gubernamental
remachó que “en Etiopía no hay sitio para la homosexualidad y nuestro país será
el cementerio de la homosexualidad“.
Otro de los participantes destacados fue el
patriarca de la iglesia ortodoxa etíope, Abune Paulos, que no fue más moderado
en su intervención. Paulos apeló al extendido prejuicio de la homosexualidad
como “vicio occidental” y declaró que los etíopes “no necesitan que su
identidad sea dictada desde fuera“. El líder religioso leyó además un
comunicado conjunto de las principales confesiones del país en el que se
condena a la homosexualidad como “antinatural” y se insta al gobierno etíope a
castigar a los “infestados con actividades sodomitas“.
Las relaciones entre personas del mismo
sexo son ilegales en Etiopía, el segundo país más poblado de África, y pueden
conllevar una pena de hasta tres años de prisión. Según una encuesta de 2007,
el 97% de los etíopes rechaza la homosexualidad, lo cual puede deberse en gran
parte a la influencia de la iglesia ortodoxa y el islam, las dos confesiones
más extendidas en el país.
Tomado de: http://lgbt-noche.blogspot.com
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