miércoles, 20 de junio de 2012

Para justicia turca el sexo oral y sexo anal son antinaturales


Grave decisión de la justicia turca, que sostiene en una sentencia que tanto el sexo anal como el sexo oral son “antinaturales” y los compara a “la tortura, la violencia sadomasoquista, la zoofilia y la necrofilia”. Aunque el fallo no concierne a las prácticas en sí, sino a su difusión en forma de material pornográfico, la decisión ha sorprendido a muchos en la propia Turquía y refleja el giro conservador que sufre el país de la mano del Gobierno de Recep Tayyip Erdoğan, considerado un islamista moderado.

El fallo de la Corte Suprema de Apelación se ha producido en el contexto de un juicio contra un acusado de vender ilegalmente CDs de contenido pornográfico. El artículo 226.2 del nuevo Código Penal turco, aprobado en 2004, establece, en efecto, una pena mínima de seis meses si esa venta se hace “fuera de los mercados destinados a este tipo de productos”. 

De acuerdo con este artículo un juzgado de primera instancia le había condenado a seis meses de prisión, pero los jueces de la Corte Suprema le han aumentado la pena impuesta al considerar ilegales no solo las circunstancias en las que se ha producido la venta, sino también el contenido de las películas


Los jueces han calificando el sexo oral y anal de “antinatural” y han aplicado a las películas el artículo 226.4 del Código Penal que establece penas de uno a cuatro años de prisión por la distribución de material pornográfico que muestre escenas de “sexo antinatural, con animales o con cadáveres”.

El fallo ha sido condenado por exponentes de la sociedad civil y defensores de la libertad de expresión. El sexólogo de la Facultad de Psiquiatría de la Universidad Gazi de Ankara, Selçuk Candasayar, ha afirmado que la sentencia “muestra que el Tribunal no entiende ni de sexualidad ni de la sociedad turca”


El profesor Candasayar ha subrayado además que el fallo evidencia el acelerado proceso de deterioro de las libertades civiles en acto en el país. “Es un indicador llamativo del auge de un conservadurismo autoritario en Turquía y que la vida privada se empieza a criminalizar para ejercer control especialmente sobre mujeres y homosexuales (…)  La sexualidad ya no se entiende como parte de la salud y la cultura, sino que se evalúa con una vara de medir criminal. El Tribunal entiende como ‘sexo normal’ únicamente el heterosexual”, ha afirmado.

Un “conservadurismo autoritario” que cuenta con el favor de una parte importante de la población turca, que en los últimos años ha dado su apoyo electoral a los islamistas, y a la que Europa parece haber dado la espalda. Desgraciadamente, el colectivo LGTB se ha convertido en una de las víctimas de esta situación. Turquía es, por ejemplo, el país de Europa que registra el mayor número de asesinatos de personas transexuales.


Tomado de: http://www.dosmanzanas.com/

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