El 21 de febrero
será un día histórico para el movimiento feminista y para la población LGTB
hondureña, ya que por unanimidad fueron aprobadas reformas al Código Penal hondureño,
que sancionarán explícitamente la discriminación homófoba y el femicidio.
Los artículos
reformados son el artículo 27 y el artículo 321, que se refieren a las
circunstancias agravantes de un delito y las sanciones por actos
discriminatorios, respectivamente.
En el
primer caso, se agrega el siguiente agravante: “Cometer el delito con odio o
desprecio en razón del sexo, género, religión, origen nacional, pertenencia a
pueblos indígenas y afrodescendientes, orientación sexual o identidad de
género, edad, estado civil o discapacidad, ideología u opinión política de la
víctima”.
En el
segundo caso, se amplía el concepto de discriminación, pero además se adiciona
a las sanciones, el género, la orientación sexual, identidad de género, estado
civil, pertenencia a pueblos indígenas y afrodescendientes, entre otros.
De acuerdo
con la reforma se sancionará a toda persona que “arbitrariamente e ilegalmente
obstruya, restrinja, disminuya, impida o anule el ejercicio de los derechos
individuales y colectivos o deniegue la prestación de un servicio profesional.”
La pena aumentará
en un tercio si el hecho discriminatorio es cometido con violencia, por un
funcionario público o si es un hecho reincidente. El funcionario o empleado público
será sancionado además con la inhabilitación y si el responsable es extranjero
se le expulsará del territorio nacional una vez cumplida la condena.
También se
adiciona el artículo 118-A que tipifica y sanciona el femicidio, enfatizando
que: “Incurre en el delito de femicidio, el o los hombres que den muerte a una
mujer por razones de género, con odio y desprecio por su condición de mujer,”
las penas oscilan entre 30 y 40 años.
Finalmente
se adicionó el artículo 321-A, que comprende las sanciones de entre 3 y 5 años “al
que públicamente o a través de medios de comunicación o difusión destinados al
público incitare a la discriminación, al odio, al desprecio, la persecución o a
cualquier forma de violencia o ataques contra una persona, grupo o asociación,
fundaciones, sociedades, corporaciones, organizaciones no gubernamentales.”
El debate
legislativo realizado fue presenciado por representantes de varias
organizaciones LGTB y feministas, una vez aprobadas las reformas unánimemente
los aplausos y vítores no se hicieron esperar.
Este es un
gran avance, especialmente para estos dos grupos sociales, pero no debe ser el
fin de la batalla, ahora deberá iniciar el proceso de seguimiento al
cumplimiento de dicha legislación, a fin de que no se convierta en “papel
mojado”.
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