El pasado 23 de febrero, organizaciones LGTB de Lima, planificaron una movilización denominada "Besos contra la Homofobia," que culminaría en la Plaza de Armas de la capital peruana, pero la policía impidió su ingreso al colocar vallas metálicas a lo ancho de la avenida.
La manifestación tenía el objetivo de exigir equidad de derechos para la comunidad LGTB, pero también solicitar al presidente Ollanta Humala el cumplimiento de sus promesas de campaña en favor del reconocimiento de los derechos de la diversidad sexual y finalmente exigir que el Cardenal José Luis Cipriani dejé de incitar al odio contra las personas LGTB.
La actitud de la policía no detuvo a las y los manifestantes, quienes gritaban al unísono "El miedo se acabó", mientras se besaban frente al retén policial. Ante la intransigencia policial, las y los manifestantes pidieron a la policía explicaciones del porque impedían el paso, uno de los policías les contestó: "pregúntele al presidente."
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