Imagen: http://www.sodahead.com
En una sociedad tan
definida como la norteamericana, en la que es muy complicado variar los roles
aceptados por cada uno de sus componentes, la cuestión de la validez
constitucional de una ley tan importante como la DOMA (ley de defensa del
matrimonio, por la que se estableció en 1996 que el único matrimonio válido a
nivel estatal sería el de un hombre y una mujer), ha hecho tambalear todo el
sistema político.
Pues bien, desde que
el caso está en la Corte Suprema, en el breve plazo de dos semanas, siete
senadores de ideología conservadora han anunciado su respaldo al matrimonio
igualitario.
Lógicamente, un
cambio de opinión tan repentino puede observarse desde un plano electoral, por
el cual, estos políticos se sentirían más seguros apoyando la igualdad que
siendo uno de los últimos en sumarse a un cambio que parece imparable.
Tal y como recoge El
Nuevo Herald en su edición de hoy, Claire McCaskill (Missouri), Jon Tester
(Montana), Kay Hagan (Carolina del Norte), Mark Begich (Alaska), Mark Warner
(Virginia) y Jay Rockefeller (Virginia Occidental), se han sumado al movimiento
iniciado por el Presidente de los Estados Unidos Barack Obama, el primer máximo
mandatario en apoyar el matrimonio igualitario.
El cambio ideológico
de la sociedad estadounidense es un hecho, y salvo la base republicana más
extrema, que se ha quedado anclada en el pasado, la tendencia hacia el
reconocimiento de los derechos del colectivo LGTB avanza de manera lenta pero
firme.
En 1996, fecha de la
aprobación de la Ley DOMA, tan solo el 27% de la población norteamericana
apoyaba el matrimonio igualitario, mientras que en 2011 ya era el 44%,
situándose en noviembre pasado por encima de la mitad de los ciudadanos, el
53%.
Tomado de: http://noticias.universogay.com
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