viernes, 19 de julio de 2013

El Partido comunista cubano condena la homofobia


Según lo dispuesto, tampoco ningún militante comunista verdadero podría ser racista, machista, misógino o mostrar intolerancia hacia las personas religiosas o que provengan de las zonas más desfavorecidas del país.

Los militantes conocieron de esta y otras modificaciones al documento rector de la organización política a través de un boletín de Información interna para los núcleos, con fecha de febrero del 2013, que ahora circula entre su membrecía.

Cabe destacar la trascendencia de esta decisión para el activismo en defensa de la libre orientación sexual e identidad de género, para el reconocimiento de los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y trans, así como para la labor de cualquier otra persona o grupo defensor de los derechos humanos en la Isla.

En el material titulado “Las organizaciones de base y las principales modificaciones introducidas a los estatutos del Partido Comunista de Cuba”, informan a sus integrantes de la siguiente añadidura en el Articulo 7, que habla sobre los deberes militares:

Enfrentar resueltamente los prejuicios y conductas discriminatorias por color de la piel, género, creencias religiosas, orientación sexual, origen territorial y otros que son contrarios a la Constitución y las leyes, atentan contra la unidad nacional y limitan el ejercicio de los derechos de las personas”.

Que los militantes lideren este desafío contra tales males todavía presentes en nuestra sociedad, es muy relevante si tenemos en cuenta que de acuerdo con el artículo 5 de la Constitución de la República, “El Partido Comunista de Cuba, vanguardia organizada de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado…”

La militancia del PCC, con varios cientos de miles de integrantes, tiene la obligación —como en cualquier organización partidista— de cumplir sus estatutos y reglamentos, so pena de recibir sanciones políticas en caso de violaciones o incumplimientos.

Por supuesto, un cambio de mentalidad de esta índole no es posible imponerlo por decreto, y requiere de continuar con la labor educativa y de persuasión entre toda la población cubana, incluyendo a sus militantes comunistas.

Tomado de: http://anodis.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario