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El gobierno de Holanda se ahorrará 200 millones de euros al
dejar de pagar a los docentes de religión. La medida fue tomada como respuesta
a la crisis económica que vive la zona euro.
Lo hecho por los Países Bajos es lo opuesto que hizo España,
quien en el gobierno actual de Mariano Rajoi volvió a hacer importante la
asignatura de religión en las escuelas públicas.
Hasta hace 50 años, el catolicismo holandés parecía tener
fuertes raíces y una considerable presencia misionera. En 2009, el periódico
italiano «Avvenire» publicó una sorprendente investigación relacionada con la
Iglesia holandesa.
El cardenal Adrianus Johannes Simonis, arzobispo de Utrecht
y primado de Holanda de 1983 a 2007 (además de gran amigo del Papa Wojtyla)
denunció que vivía en un país en el que el 41% de la población declaraba no
tener ningún credo religioso y en el que el 58% ya no sabía qué era la Navidad.
Una Iglesia en la que, escribía «Avvenire»: «hay dominicos y
jesuitas que teorizan y ponen en práctica Misas sin sacerdocio ni sacramento
cristiano, en las que son los presentes los que consagran colectivamente». Es
decir, el recorte holandés del financiamiento público a los profesores de
religión es el último reflejo de una sociedad desacralizada.
Tomado de: http://blog-sin-dioses.blogspot.com
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