Foto: http://www.thegailygrind.com
Una carta de un soldado a quien fuera su amante en la
Segunda Guerra Mundial ha tenido una gran difusión en Internet. A través de
ella, sale a la luz una de las muchas historias olvidadas de amor homoerótico
del pasado.
Se trata de una historia de amor entre dos soldados
estadounidenses, Dave y Brian, destacados en el norte de África durante la
Segunda Guerra Mundial. La carta data de después de la Guerra y en ella Brian
recuerda el tiempo que pasaron juntos y expresa la tristeza porque luego no
tuviera continuación. Se trata de una carta por el aniversario de una relación
que podía haber sido y que no fue.
La carta fue publicada por primera vez en 1961 por ONE,
revista pionera en el activismo LGTB de los Estados Unidos, y ha sido
recuperada por Letters of Note, una página dedicada a recuperar cartas
personales significativas.
La carta es muy expresiva y los pasajes hablan por sí solos:
Esto es en recuerdo de nuestro aniversario, del 27 de
octubre de 1943, cuando te escuché cantar por primera vez en el norte de
África. Esta canción me trae recuerdos de los momentos más felices que jamás he
vivido, de un batallón de soldados, de cortinas hechas con tela de dirigible,
de lámparas fabricadas con latas de cacao, de ensayos que se prolongaban por la
tarde… y de un chico hermoso con una maravillosa voz de tenor…
Son recuerdos de una noche en que llovía a cántaros y de dos
soldados empapados bajo un árbol solitario en la planicie africana… Recuerdos de una noche fría y con viento en
que nos metimos en un teatro para
soldados y nos quedamos dormidos en un cobertizo por detrás del
escenario, los dos atrapados entre nuestros brazos, y recuerdos del impacto que
nos produjo despertarnos y ver que milagrosamente no nos habían descubierto…
Son recuerdos de la felicidad de cuando nos dijeron que
volvíamos a casa y de la devastación que sentimos cuando supimos que no
volveríamos juntos. Un cálido adiós en una playa apartada bajo el terciopelo
plagado de estrellas de una noche africana y las lágrimas que no cesaban
mientras estaba sobre el dique y veía tu convoy alejarse en el horizonte.
Nos prometimos que estaríamos juntos de nuevo “en casa”,
pero el destino sabía más que nosotros. Nunca llegaste. Y por ello, Dave,
espero que allá donde te encuentres estos recuerdos sean tan preciosos para ti
como lo son para mí.
Buenas noches, que duermas bien, mi amor.
Brian Keith.
Quizá el principal valor de estas palabras está en que sirve
de muestra de otras muchas historias similares que han quedado en el olvido.
Parte de la recuperación de la realidad LGTB en la historia pasa por
reivindicar su presencia en la vida ordinaria de todos los tiempos, tarea muy
difícil por la ausencia de testimonios escritos. Algo que hace especialmente
valiosos documentos como este.
Tomado de: http://www.dosmanzanas.com/
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