Foto: http://www.ibtimes.co.uk
La organización de derechos humanos Memorial ha denunciado
la situación que se vive actualmente en Rusia, donde la homosexualidad se
utiliza como un ejemplo de las degradaciones morales importadas desde
occidente. “En Rusia no hay libertad y ser homosexual es, desde luego, muy
difícil”, asegura Inessa Sajno, abogada de la organización a EFE.
El Kremlin asegura que la polémica ley que prohibe la
propaganda de relaciones sexuales no tradicionales, eufemismo para la
homosexualidad, pretende proteger a los menores, pero en la práctica, lamenta
Sajno, es una medida homófoba que dificultará aún más la existencia de los gays
y lesbianas rusos.
"Hay personas que han perdido su trabajo por ser
homosexuales, y la presión es especialmente intensa en el sector
educativo", explica esta abogada rusa. Con estas medidas, afirma Sajno, el
Gobierno de Vladimir Putin "ha exaltado a la población, ha encendido a la
gente y ha generado odio".
La activista recuerda que "antes la mayoría de los
ciudadanos eran indiferentes ante la homosexualidad, pero ahora homosexuales y
emigrantes (especialmente de zonas limítrofes del Cáucaso y de Asia Central) se
han convertido en los nuevos enemigos de Rusia".
La iglesia Ortodoxa coincide con el gobierno en su carácter
homófobo y ha llegado a defender públicamente a un neonazi que agredió a un
homosexual, recuerda Sajno, que asegura que en su país los neonazis gozan de
mayor aceptación y son mejor tratados por la policía que los homosexuales.
Alexander Verjovsky, del centro SOVA recuerda que los grupos
neonazis cuentan con tolerancia por parte de la policía y se benefician de la
falta de una verdadera legislación antidiscriminación.
En los últimos tiempos, se ha extendido la práctica de
difundir a través de internet el material audiovisual que atestigua los ataques
y acosos a jóvenes homosexuales que, en algunos casos, incluyen golpes y
humillaciones.
Tomado de: http://noticias.universogay.com
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