San Sergio y san Baco
El investigador John Bosswell creó en 1987 el Centro de
Estudios Gays y Lésbicos de la Universidad de Yale. Centró parte de sus
investigaciones en los matrimonios de carácter homosexual a lo largo de la
historia.
Para ello recorrió las principales bibliotecas mundiales,
incluida la del Vaticano. Así es como descubrió que la persecución intensa a
los gays por parte de la Iglesia Católica comenzó en el siglo XII, mientras que
antes contaba con cierta aceptación.
Una muestra de ello era la práctica de la adelphopoiesis,
fraternitas iurata u “ordo ad fratres faciendum”, que como explica el blog
L´Armari Obert, “era una ceremonia practicada por varias iglesias cristianas
durante la Edad Media e inicios de la Época Moderna en Europa para unir a dos
personas del mismo sexo (habitualmente hombres). Adelphopoiesis proviene del
griego “adelphos”(“hermano”) y “poio”(“yo hago”), literalmente “hacer
hermanos”.
En esos manuscritos encontrados por Boswell se refleja que
en esas ceremonias de unión gay se invocaba como protectores a san Sergio y san
Baco. Ambos son mártires de la Iglesia católica y, según las investigaciones de
este norteamericano, pueden ser considerados como una pareja homosexual muy
afines al emperador Maximiano, a principios del siglo IV.
Ambos llevaban en secreto su condición de cristianos, y
cuando esta fue revelada al mandatario, él les ofreció redimirse renunciando a
su religión, pero al negarse, les impuso el martirio.
El culto a Sergio y Baco, cuyo día se celebra el 7 de
octubre, sigue extendido por diversos países, por ejemplo hay una iglesia
dedicada a ellos en Estambul y son considerados por parte del movimiento LGTB
de Estados Unidos como los patronos de las uniones entre personas del mismo
sexo.
Los manuscritos han revelado que esos “matrimonios”
homosexuales medievales se celebraban primero con un compromiso entre los
contrayentes y que luego eran bendecidas por el sacerdote ante la comunidad.
Hay algunos ejemplos de iconografía cristiana medieval en la
que se refleja a los amantes (“erastai”), bendecidos por Jesús. También se han
encontrado tumbas en los cementerios británicos que albergan los restos de dos
hombres con inscripciones del tipo: “El amor los unió en la vida. Que la tierra
los una en la muerte”.
Tomado de: http://www.ociogay.com
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