Violette Morris
Foto: http://gallica.bnf.fr/
Violette Morris, fue una militar y atleta francesa muy
decidida. Nació el 18 de abril de 1893, en París. Aunque Morris se sabía
lesbiana, decidió casarse con un hombre en 1914, pero se enlistó como enfermera
militar casi de inmediato, tras iniciar la Primera Guerra Mundial, durante la
cual llegó a conducir una ambulancia en la primera línea del frente de batalla.
Morris era apasionada de las carreras de automóviles, y para
poder ser piloto no le importó someterse a una mastectomía, pues debido al tamaño
de su busto no cabía en algunos de los vehículos de carreras de la época. Luego
de algún tiempo, en 1923, Morris logró divorciarse.
Mientras estuvo en el ejército, Morris se destacó como
deportista en el automovilismo, pero también en el lanzamiento de bala y disco,
fue la primera francesa en participar en dichas disciplinas, así como el futbol
femenil, jugando con éxito para el equipo olímpico.
Para esta valiente mujer no había límites, "cualquier
cosa que un hombre pueda hacer, Violette también lo hace", era su lema. Y
lo llevaba a la práctica, Violette incursionó en la selección varonil francesa
de waterpolo, además era famosa por derrotar a soldados en peleas de box.
También participó en ciclismo de carretera, motociclismo, hípica, tenis, tiro
con arco, buceo, levantamiento de pesas y lucha greco-romana.
Como piloto de carreras, Morris fue reconocida en varias
ocasiones, las más destacables son las carreras de París-Pirineos-París en la
categoría 750 cc. en 1922 y 1923, la carrera París-Niza o el Gran Prix de San
Sebastián en 1926.
Lejos de avergonzarse por su preferencia sexual, Morris
vivía abiertamente su sexualidad, disfrutaba de salir en las noches y beber
acompañada de mujeres muy guapas. Pero eso le trajo muchos problemas, pues en
la época su estilo de vida no era bien visto.
Luego de ser abandonada por uno de sus amantes masculinos,
quien la "desenmascaró", la Federación Atlética Femenil Francesa
decidió no renovarle su licencia y fue excluida de los Juegos Olímpicos de
1928.
Pero Morris cobró venganza por la discriminación sufrida en
Francia. A finales de 1935, esta mujer empezó a colaborar con la Gestapo, al
año siguiente asistió a los Juegos Olímpicos de Berlín como invitada de honor
del mismísimo Hitler. A cambio de este honor, Morris entregó mucha información
militar al Ejército de Alemania, algo que les sirvió bastante para lograr la
ocupación nazi de París.
Los años siguientes, Morris trabajo en operaciones para
obstaculizar la ayuda británica a Francia, actos por los que fue condenada a
muerte. El 26 de abril de 1944, Morris
fue asesinada por miembros de la resistencia francesa, su cuerpo fue enterrado
en una fosa común, pero su nombre y legado nunca morirán.
Tomado de: http://www.sdpnoticias.com/
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