Imagen: http://www.comerciomexico.com
La marginación de los homosexuales en la Iglesia católica, el aborto y la pederastia fueron los temas por los cuales los fieles llamaron a Catolitel, el call center de la Arquidiócesis de México, que empezó a operar esta semana.
Las mujeres preocupadas por haber abortado preguntaron si estaban excomulgadas, si lo estarían toda la vida o si se les podría perdonar. Otra de 34 años de edad solicitó que la escucharan porque pensaba abortar, pero después de una charla y de ofrecerle alternativas de asistencia, como dar en adopción a su hijo, desistió.
También la comunidad gay ha recurrido a este servicio para manifestar su queja por consideran que han sido excluidos de la Iglesia. Y solicitan se les informe por qué no pueden adoptar niños ni casarse.
El sacerdote Hugo Valdemar Romero, director de Comunicación Social de la Arquidiócesis de México, explicó que en los dos primeros días en que ha operado Catolitel se han presentado un promedio de 200 llamadas diarias que han sido atendidas por los seis voluntarios que en este momento laboran en el lugar. A ellos se les capacitó, pero de requerirse ayuda profesional se les canalizará con gente especializada. Para eso estamos en contacto con algunas instituciones, como Cáritas, que tiene psicólogos y psiquiatras. Aclaró que los fieles no se van a poder confesar por teléfono, porque dicho sacramento requiere ser personal.
También se les ofrece a los creyentes que si tienen que pedir por alguna persona, que den su nombre y en la mañana siguiente se rezará por ella en la capilla de la Virgen de Guadalupe.
Además de atender dudas sobre el aborto y la homosexualidad, se recibieron cuatro llamadas para criticar el comportamiento del Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo. Y se preguntó cómo se procede para denunciar a un sacerdote pederasta, se les explica que ante todo se tiene que presentar la denuncia ante la autoridad civil que tiene preferencia sobre la eclesiástica. Las llamadas las realizan en su mayoría personas mayores de 40 años, pero a través de las redes sociales, como Twiter y Facebook, se llega a los más jóvenes.
Omar González Perea, supervisor de operaciones de Catolitel, comentó que a través del Facebook una joven le solicitó información porque quería ser religiosa y otro señaló que estaba perdiendo su fe y pidió ayuda para platicar.
Leonardo Ponce, director de Catolitel, afirmó que se opera dentro de la ley y se tiene su código de ética, por ejemplo: un hombre que habló desde el primer día “confesó que había abusado sexualmente de su hija de seis años. Siempre pide hablar con las mujeres para ofrecer detalles, si canaliza la llamada a un hombre cuelga”.
A esta persona “ya se le informó que se le denunciaría a las autoridades”, porque se cuenta con la tecnología para verificar de qué número habla y detalles como saber de qué zona habla o si es teléfono celular, residencial o público.
Tomado de: http://anodis.com
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