Elio di Rupo
Los ocho partidos políticos implicados en las negociaciones para formar un Gobierno de coalición en Bélgica han logrado esta madrugada un acuerdo sobre la profunda reforma de Estado que exigían los grupos flamencos como requisito previo para desbloquear la creación del nuevo Ejecutivo, año y medio después de las últimas elecciones.
El acuerdo ha sido cerrado con el consenso de conservadores, socialistas, liberales y verdes de las dos comunidades --flamenca y valona-- pero deja fuera a los secesionistas de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA), que fue la principal fuerza votada en los comicios de junio de 2010 pero a la que los otros grupos acusaron de impedir cualquier pacto.
Los jefes negociadores de los partidos francófonos, Charles Michel, Laurette Onkelinx, Joëlle Milquet y Jean-Michel Javaux, han celebrado el paso dado porque se trata de "la mayor reforma de Estado en la Historia de Bélgica".
La falta de avances en la crisis política también pasó factura a Bélgica en el plano económico al ver su credibilidad debilitada ante los mercados y, según recogen algunos medios del país, el reciente agravamiento de la situación financiera del banco franco belga Dexia forzó a los negociadores a resolver un acuerdo con celeridad en estos últimos días.
El líder de los socialistas valones, Elio di Rupo, que ha liderado las negociaciones por encargo del rey Alberto II de Bélgica presentará formalmente los detalles del acuerdo el próximo martes y entonces iniciará los contactos con los partidos que han permitido el acuerdo para formar Gobierno.
No está claro si el Ejecutivo de coalición que salga de este acuerdo incluirá a todos los grupos que han facilitado la reforma de Estado o algunos, especialmente los partidos verdes, quedarán fuera.
BASES DEL ACUERDO
Los negociadores superaron en septiembre uno de los principales escollos en las conversaciones al resolver la división de los 35 municipios del distrito electoral y judicial de Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV). El resultado es que seis de estos municipios mantendrán el estatus de 'facilidad', que permite a sus habitantes usar el francés en las relaciones con la Administración y la Justicia y votar por listas electorales de Bruselas, algo que no podrán hacer en los 29 municipios restantes.
Los otros temas de discusión principales han sido las leyes de financiación federal y regionales, la autonomía fiscal y la transferencia de competencias del Estado a las regiones que reclamaban los flamencos pero temían los valones, por ser la región más pobre.
Pese al anuncio de acuerdo, aún quedan flecos pendientes de resolver antes de que formar un nuevo Gobierno como, por ejemplo, los presupuestos para 2012 o si los cambios que exige la reforma entrarán en vigor antes o después de 2014. Los medios belgas auguran aún de dos a tres semanas de negociaciones antes de un acuerdo definitivo.
Tomado de: http://www.europapress.es
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