La noche del 4 de julio, el pleno del congreso
peruano decidió mantener la exclusión de la orientación sexual e identidad de
género de la ley contra crímenes por discriminación ("crímenes de odio").
A menos de una semana de la multitudinaria Marcha del
Orgullo realizada en Lima, cuyo tema central estuvo relacionado a la ley que
hoy se debatió, el Legislativo dejo en claro que las vidas de lesbianas, gays,
bisexuales y personas trans no tiene el mismo valor frente a un crimen motivado
por la discriminación.
La Comisión de Justicia y DD.HH. había dictaminado a favor
de excluir la protección específica a personas homosexuales y transexuales de
la ley que agrava las penas para los delitos
motivados por el odio.
El congresista Carlos Bruce, autor de la ley defendió la inclusión
de los términos con una argumentación legal
muy clara basada en tratados internacionales y pidió que se vote como
cuestión previa si el pleno decidía mantener la exclusión o no.
Hubo un extenso debate que sacó a la luz la militante
homofobia del grupo evangélico del Congreso así como la intolerancia y el
conservadurismo de la mayoría de congresistas. Bruce, Tejada, Mendoza y
Cuculiza defendieron la posición favorable a las y los LGBT mientras que Rosas,
Belaunde, Chávez y Lay se oponían intransigentemente.
Cuando se llevó a cabo la votación la inclusión de la
orientación sexual y la identidad de género en el texto de la ley, 56
parlamentarios votaron en contra, 27 a
favor y 17 se abstuvieron.
Los congresistas evangélicos Humberto Lay (Restauración
Nacional) y Julio Rosas (Fuerza Popular) fueron los más reacios al
planteamiento de Bruce. "Esto requiere educación, no necesitamos legislar
al respecto para incluirlo como un agravante", dijo Lay.
Por su parte, en la intervención de Rosas, las categorías
"orientación sexual" e "identidad de género" fueron
reducidas a "atracción sexual". "La defensa de los derechos
humanos no se da en base a la atracción sexual", dijo el congresista
Rosas. Luego, increíblemente, agregó que "mañana más tarde otros tienen un
gusto, una atracción por la droga, por comer otras cosas, no podemos rebajar,
ni (mostrar) debilidad".
El fujimorista señaló además que "La defensa legítima
de los derechos humanos sino en la condición de ser humano (...) Hay que
respetar los derechos humanos pero no estar incorporando algunas categorías que
tergiversan nuestro ordenamiento jurídico y afectar nuestra legislación".
Tomado de: http://blogdelimagay.blogspot.com/
muy bueno, que se terminen las inquisiciones y los crimenes en nombre de Dios, ya derramaron mucha sangre los fudamentalistas cristianos que ahora inventaron el evangelio lobby-anti-gay, lo reemplazaron por el evangelio de Jesucristo,
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