viernes, 30 de agosto de 2013

Artista que pintó a Putin con ropa femenina huye de Rusia


Konstantín Altulin, el autor de polémicas y provocadoras obras entre las que se cuenta un cuadro en el que el presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro, Dmitri Medvédev, aparecen en ropa íntima femenina, decidió huir a Francia ya que teme por su vida.

Esta, al menos, es la razón que dio Alexandr Donskói, el curador del Museo del Poder, que permanece cerrado después de la confiscación temporal de varias pinturas del artista que están siendo investigadas a raíz de la protesta presentada por un concejal de San Petersburgo.

Todo comenzó a principios de semana, cuando Vitali Milónov, miembro de la Asamblea Legislativa de la antigua capital imperial y conocido homófobo, protestó públicamente contra la exposición que se mostraba en el Museo del Poder.

Entre los cuadros que Milónov calificó de "abyectos" figuraba, además del de Putin y Medvédev, uno en el que aparece él mismo retratado con la bandera del arcoiris gay como fondo. 

Ambas pinturas fueron requisadas por la policía junto con otras dos, Los sueños eróticos de la diputada Mizúlina (Yelena Mizúlina es la autora de la ley que prohíbe cualquier difusión de información sobre las formas sexuales no tradicionales entre los menores, más conocida como la ley contra la propaganda homosexual) y De la confesión, en el que el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa ha sido retratado con tatuajes. Sin embargo, otros cuadros con políticos famosos como protagonistas se salvaron, por ejemplo, el de la alcaldesa de San Petersburgo, Valentina Mativiyenko.

Los expertos deberán determinar si las pinturas mencionadas atentan contra la mencionada ley de propaganda homosexual o contra otras que castigan el insultar a autoridades –en esta última se basó Milónov para presentar su protesta- o el incitar al odio interracial o religioso.

Estas leyes, así como la que pena el extremismo, pueden ser utilizadas contra obras de arte por organizaciones o personas que se consideren afectadas. Así, hace unos años, un grupo de ortodoxos logró llevar a juicio al Museo Sájarov de Moscú por considerar que los cuadros expuestos en una muestra eran un insulto a su religión.

Tomada de: http://cultura.elpais.com

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