Yahya Jammeh
Aunque Gambia es una nación de mayoría musulmana, su
presidente Yahya Jammeh se ha dirigido esta pasada Navidad a la minoría
cristiana de su país. Como es su costumbre, en el discurso no ha perdido la oportunidad
de denigrar de nuevo a la comunidad LGTB, a la que ha calificado de “maligno y
ajeno cáncer social”.
Yahya Jammeh instaba a los miembros de esa minoría a
reflexionar sobre los “prístinos valores y enseñanzas de Jesucristo”. Como
parte de esos valores incluía el que “malignos y ajenos cánceres sociales como
la homosexualidad nunca serán tolerados en este país y por lo tanto, se debe
asegurar que nuestros hijos no estén expuestos a culturas foráneas que podrían
corromper sus mentes en esta etapa de su desarrollo moral y psicológico”.
Jammeh se comprometía a trabajar para mejorar la educación,
las infraestructuras y los servicios sociales para todos los gambianos,
“independientemente de su filiación tribal, religiosa o política”, compromiso
de no discriminación que no extendía, como era de esperar, a la orientación
sexual.
No es la primera vez que Yahya Jammeh se dedica a vejar a la
comunidad LGTB en este año. En el pasado mes de septiembre, aprovechó su
intervención ante la 68ª Asamblea General de las Naciones Unidas para
pronunciar un virulento discurso de clara incitación al odio homófobo, en el
que calificó a la homosexualidad de “una de las mayores amenazas para la
existencia humana”, y a las relaciones homosexuales como “más mortales que todos los desastres
naturales juntos”.
Pero esas no habían sido, por desgracia, sus primeras
declaraciones en este sentido. En 2008 amenazó con decapitar a todos los
homosexuales que no abandonaran el país, y en 2009 hacía un llamamiento al
Ejército para detectar conductas homosexuales en su seno, que entonces también
calificó de “diabólicas”.
En febrero de 2012, Jammeh insistía en que los derechos de
las personas homosexuales no pueden considerarse derechos humanos; y en abril
de este año, amenazó a los homosexuales que visiten su país con “arrepentirse
de haber nacido”.
Gambia, país mayoritariamente musulmán situado en la
vecindad de Senegal, castiga las relaciones homosexuales con hasta 14 años de
prisión. A diferencia de lo que ocurre en otros países, el castigo es en este
caso común a hombres y mujeres: en el año 2005 el país “actualizó” su Código
Penal para incluir también a las lesbianas.
Tomado de: http://www.dosmanzanas.com
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