Ay Papi Yankee edúcame, azótame como UNITEC
Gabriel Vallecillo Márquez
24 de marzo del 2011
“Ahora es la hora de los hornos, sólo debería de verse la luz”
José Martí
La Universidad es un centro de actividad intelectual superior cuya función es crear, generar y propagar el conocimiento en aras de contribuir al desarrollo de un país. En ella se forman las y los ciudadanos más capacitados, donde se inculca en una atmósfera moral y de sano idealismo, los valores rectores que más precia una sociedad en un mundo civilizado. En Honduras, tener profesionales capacitados no solo técnicamente, sino también con un alto nivel ético que respondan de frente a los agravios que acaece nuestra sociedad y nuestro país resulta fundamental para salir de nuestra múltiple y simultánea crisis social.
Hoy más que nunca en la historia de nuestro país atravesamos un periodo de violencia e inseguridad comparable únicamente a tiempos de guerras por la cantidad de muertes que se producen a diario. La tasa de homicidios asciende ya a 14 personas al día en Honduras y la violencia de género rampante aunada la impunidad ha conducido a que sea catalogada recientemente por Rashida Manjoo relatora de la ONU sobre la violencia contra la mujer, como una epidemia. Una verdadera enfermedad de violencia de genero que nada le detiene y que se sigue extendiendo sin admitir raciocinio alguno propio de un estado salvaje de una civilización. Ante esta realidad social que creo que nadie en Honduras puede ignorar, he quedado, como muchos y muchas hondureñas, sorprendido y francamente asqueado que la universidad UNITEC gestione y promueva un concierto de Daddy Yankee (a realizarse el 2 de abril) del género de reggaeton en el cual la mujer es denigrada en todo sentido y la imagen del hombre como macho es celebrada y glorificada.
Si nos detenemos un momento para analizar a grandes rasgos los mensajes contenidos en el discurso reggaetonero de Daddy Yankee y en relación a la imagen y representación ideológica de la mujer no nos causaría mayor dificultad identificar el contenido cosificador de la mujer como objeto sexual. Y tomando en cuenta que el propio Daddy Yankee afirma que “la mujer es la esencia del reggaeton”*, podemos identificar rápidamente cómo y en qué forma es la “esencia”: “Esto va pa’ las gatas de to [todos] colores…./ Pa’las mayores, pa’ las menores / Pa’las que son más zorras que los cazadores / Pa’ las mujeres que no apagan sus motores”….“apagar el fuego de esa gata en celos”. Por supuesto, en el mundo del reggaeton la jerga aplicada -como la defienden sus exponentes- no esta intencionada a dañar o promover actitudes negativas contra las mujeres. Pero ello es bastante difícil creer cuando sus coros claman “agárrala, pégala, azótala” porque la “gata esta en celo”. Lo “cool” y lo en boga no quita lo estúpido.
El problema, pues, no es solamente el carácter mediático y reproductor de ideologías que contiene la música, pues ésta de todas maneras va llegar y ser transmitida con o sin concierto a realizarse en Honduras, sino que es en efecto quién lo promueve y por tanto qué ideas y concepciones reproduce sobre la mujer.
Por supuesto se podría argumentar que la actividad que promueve la empresa/universidad UNITEC es una actividad “extra” alejada del pensum académico y que nada tiene que ver con la formación académica que imparte. Sin embargo, no podemos obviar ni por un momento que UNITEC es por definición un centro cultural y que sus acciones en efecto representan y forma parte de la imagen y el discurso que transmiten e informan a la comunidad. En otras palabras, es un espejo directo del carácter de los valores que promueve. Estoy más que seguro que ninguna institución de carácter educativo promovería a sus estudiantes y al público en general a asistir a un establecimiento de “strippers” o de bailes exóticos con desnudos donde las mujeres son sistemáticamente denigradas, explotadas y convertidas en objeto sexual sin ningún valor humano. Si esto sucediese inmediatamente una gran cantidad de personas, instituciones y medios de comunicación pegarían el grito en el cielo ante tal escándalo. Pero hoy no vemos esto con el padrinazgo de UNITEC del “artista del reggaeton” Daddy Yankee, al contrario, se forma un silencio cómplice e hipócrita de nuestra sociedad y sus instituciones.
Si la universidad es el centro donde se forma el carácter de hombres y mujeres sobresalientes con un especial compromiso cívico y que la Universidad debe en efecto preocuparse por los problemas sociales y las necesidades de la Nación, ¿cómo es posible que abrace y promueva (con cientos de miles lempiras) una cultura agresivamente chauvinista y machista, violenta en todas sus dimensiones en contra de la mujer?
Una cosa es que lo haga una empresa, cuyo único interés es generar utilidades -por más preseas o logos que se auto-adjudiquen con la leyenda “responsabilidad social”-, pero otra cosa es que este lo haga una institución que reza cultivar los nuevos ciudadanos de un país para que respondan a los retos y problemas que enfrenta nuestra sociedad. Me pregunto aquí se me estoy equivocando al ver a dicha institución como una universidad. Lo que ofende es todo lo que se deja de hacer, así como lo que más informa un noticiero es lo que se deja de decir en sus reportajes.
Señores(as) UNITEC, ¿saben cuántos proyectos artísticos hondureños de la más alta calidad pudieron haber patrocinado y financiado con el dinero usado únicamente en la publicidad de su evento? Olvidémonos de los altísimos costos de montaje, viáticos y honorarios de dicho concierto. ¿Saben cuánto debate crítico, democrático, abierto y de altura pudieron haber promovido y contribuido a la sociedad hondureña con una tan sola obra de arte que ustedes apoyaran? Y si tanto era el afán por artistas internacionales, porque no apoyar proyectos como el Tegucigalpa Jazz Festival de La Caramba, el Festival de Artes Escénicas Bambú, el Festival de Cortometrajes La Boca del Lobo promovido por IncubArte, el Festival Internacional de Danza Contemporánea de Danza Libre, el Grito Rock Honduras promovido por Manotazo, en fin, proyectos gestionados por hondureños y de corte internacional.
¿Se dan cuenta cuántos proyectos artísticos-sociales que abordan e integran a comunidades para promover una cultura de paz y de respeto pudieron no solamente patrocinar sino también integrar activamente a sus alumnos para generar co-responsabilidad y compromiso social ciudadano? Si no lo saben es porque su interés no es en Honduras o bien no se enteran de la profunda crisis social, económica, ambiental, moral y política en la que vivimos todas y todos los hondureños.
Señores(as) UNITEC, centro de cultivo y educación ¿de verdad necesitamos más gasolina sobre un país en llamas? ¿Necesitamos promover indirectamente más violencia de genero que compromisos reales y directos con la defensa de los derechos humanos? ¡No puede ser, que indignante!
Sin duda, mantener y promover la ignorancia funcional de los educandos y población joven es beneficioso para acrecentar el consumo autómata y multiplicar el capital para mantener el status quo y la enajenación de nuestra realidad. Por qué en lugar de invertir en espectáculos banales, no lo hacemos con proyectos cuyos frutos se van a traducir para el país y crecimiento intelectual de nuestra población. ¿Cuál es el miedo a las artes y la cultura? La clase empresarial del país históricamente a demostrado una desidia y miedo ignorante sobre las artes, quizás precisamente por su poder y capacidad crítica que desata debates y reflexión, pero sobre todo autoconciencia sobre nuestras acciones y decisiones. La pobreza también se mide con las mentalidades y prejuicios.
El arte y la cultura son los Guancascos que necesita nuestra sociedad. Invertir en las artes y la cultura no es apoyar un proyecto filantrópico, es asegurar el florecimiento de nuestra Nación: la cual incluye también todas las empresas. Sus empresas, sus gobiernos, sus instituciones: nuestra Honduras.
Hoy más que nunca necesitamos CULTURA porque este barco en llamas está en Honduras y los millones de lempiras también se ahogarán con ustedes y como con nosotros.
*Las citas son tomadas del texto de María José Gallucci “Análisis de la imagen de la mujer en el discurso del reggaeton”(2008), Instituto de Filología Andrés Bello, Universidad Central de Venezuela. Se recomienda consultarlo para una discusión más amplia sobre el tema.
Imágenes tomadas del sitio de amisiones de UNITEC en Facebook:
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