In Democracia, Estado, Política, Sociedad on junio 23, 2011 at 12:05 pm
Por Fernando Reyes, Tegucigalpa (colectivo hondureño)
Comenzaré esta reflexión definiendo qué es poder, poder político en este caso. Desde un punto de vista filosófico político, se concibe al poder como la capacidad que tiene un individuo o un grupo de modificar la conducta de otros individuos o grupos. La resistencia hondureña a través de su máxima representación, el Frente Nacional de Resistencia Popular, se encuentra en uno de sus momentos mas cruciales.
Desde la llegada del presidente derrocado en 2009, Manuel Zelaya, se han estado desarrollando una serie de asambleas para reunirse con el coordinador del Frente y de la resistencia y definir el futuro del FNRP: si se arrebata el poder al gobierno continuación del golpe, o si lo construimos de forma de estar listos para tomarlo.
Por su parte, Pepe Lobo, presidente electo en continuación con el golpe de Estado, propone una asamblea nacional constituyente que podría lograr un consenso social, sobre todo con el sector izquierda de Honduras, para realizar su tan anhelada “conciliación nacional”.
Es un hecho que aun existe una constante represión, que sigue aumentando el numero de los femicidios, asesinatos contra jóvenes, contra miembros de las comunidades en conflicto de tierras, miembros de la comunidad LGTTTBI. El consenso no llegará con la implementación de la asamblea que propone.
El FNRP, por su parte, se encuentra en una dicotomía de grandes dimensiones en donde se discute cuál debe ser la vía para poder obtener resultados reales y tangibles. Es cierto que la resistencia no busca ya revertir el golpe de Estado; se pretende establecer a través de la instalación de una asamblea constituyente cambios estructurales que permitan la vía hacia la refundación.
La refundación hondureña pretende ser un cambio para que exista un verdadero consenso social, nacido del pueblo y para el pueblo, un objetivo común que permita la implementación de un cambio de modelo político, que pase de la teoría a la práctica, práctica basada en cambios para transformar la cultura patriarcal y homofóbica, con fines de distribución de la riqueza, pero sobretodo con altos niveles de conciencia política y social de todas las personas del país. 1
La dicotomía que mencioné tiene dos visiones, que ahora son el tema de discusión dentro del FNRP:
1. La apuesta por la conformación de un frente amplio, en otras palabras una fuerza política, brazo político o instrumento político, como también se ha mencionado, o un partido político que aglutine a los y las representantes más característicos de la resistencia. El objetivo sería enfrentarse a través de las urnas en la toma del poder como una posible última esperanza para lograr los cambios que se necesitan a fin de transformar y refundar el país e implementar la asamblea nacional constituyente. Volverse parte de la estructura para transformarla.
En términos democráticos parecería que la opción de la toma del poder a través de las urnas es la vía mas realista para establecer poder político, y así transformar. Pero mi reflexión inicia con el hecho de observar cómo es el actual gobierno: Pepe Lobo, quien en una aplastante victoria dominada por el abstencionismo gano en 2010 las elecciones luego del golpe, se ha encontrado en 2011 con un país sumido en una intensa ingobernabilidad, donde ha quedado comprobado el poder de los grupos oligárquicos hondureños, que tienen conflictos en las tierras del Aguan y Zacate Grande, asuntos que hasta la fecha no logran resolverse. Es un completo estado de indefensión acompañado por la inefectividad de los operadores de justicia, que no han dado respuesta a la creciente y alarmante ola de femicidios, ni a los reportes de altos niveles de corrupción y el crecimiento también alarmante de la pobreza, que no ha sido ni moderadamente reducido por la implementación de un bono.
¿Será el proyecto político que propone la resistencia lo suficientemente estructurado y fuerte para poder mantener un gobierno con estas características? Sobre todo un gobierno de izquierda en un país conocido por prácticas conservadoras, un país en donde las pretensiones socialistas que venían de un presidente miembro de un partido político conservador causaron su derrocamiento. Más aún, no existen cuadros políticos establecidos donde pudiera distribuir el poder para obtener un control representante en todo los poderes del Estado.
Los últimos dos años han sido un periodo en que la formación política, la organización y el establecimiento de líderes claros y fuertes comprometidos con la refundación permiten observar un FNRP más fuerte, pero aun no es suficiente. Se pueden observar aún viejas prácticas de la política tradicional: el machismo, la homofobia y el prejuicio basado en años de militancia y edad.
El problema que logro observar en la conformación de un partido político previo a establecer una base que sustente ese poder político que podría ganarse en las urnas, es ver la REVOLUCION, o su visión de una REFUNDACION en este caso, como un evento cataclísmico de proporciones épicas, que se desarrollará solamente si se logra llegar al Estado, al gobierno y al poder. No permite ver que puede existir una fuerza en la base capaz de cambiar entornos, mentes e ideas y transformar la sociedad. Es subestimar el poder de la organización desde la raíz y creer que solamente lo macro transforma. La revolución no es un evento que surge solamente por una acción aislada, ocurre en el día a día a través de pequeños cambios que transforman una realidad.
2. Otro sector de la resistencia propone la refundación propiamente dicha como la vía para poder obtener preparación para lo que viene, para enfrentar, y así transformar una forma de organización que no necesariamente requiera del poder político para establecer estructuras -por lo menos por ahora-, sino que se establece como la oportunidad para realizar organización de base,de micro a macro. Con valores basados en una comunicación horizontal que incentive la participación, abone el terreno para ejercer prácticas en el futuro que no se parezcan al modelo tradicional jerárquico, sino participativo, donde exista complementariedad.
Se menciona que Honduras no puede esperar más, que el proceso de organización y formación en pro de una vía refundacionista podría tomar hasta 20 años, que el poder debe arrebatarse. Quizás el sector refundacionista del FNRP, pueda parecer utópico y con formas de pensar más anarquistas que socialistas, que es la ideología dominante dentro de la resistencia, pero es claro que Honduras no está preparada aún para la toma del poder mientras exista una ingobernabilidad en un pueblo que todavía se prepara.
Es entendible que ciertos sectores del FNRP entiendan que los cambios deben efectuarse ya, y que se debe aprovechar la coyuntura y el poder la masa en resistencia para obtener el poder, pero es claro que no se puede obtener un poder si no se sabe qué se quiere obtener con el.
La refundación debe ser el resultado que parte de la organización. Raíz de prácticas basadas en la mancomunidad, permite que las personas puedan ser capaces de ser células de un gran conjunto, y no parte de una gran estructura establecida, que al final viene siendo el gobierno.
El poder por sí mismo debe tener un sustento para ser válido, sino el Frente podría alcanzar el poder a través de las urnas, pero no ejercerlo. Tal es el caso de Pepe Lobo en estos momentos. El proceso de la resistencia es tan joven que aún con los muchos colectivos y organizaciones que lo conforman no se puede tener certeza de que exista una preparación para lo que viene. Una verdaderarefundación no nace, a mi parecer, tomando el poder sino con la organización, donde se crea un poder a través de la conformación de una red sólida, que garantice que será fiel a los objetivos que se traza la gran organización.
Una verdadera refundación pretende implementar a través de la vía de la construcción que las personas aprendan a visualizar un solo objetivo, lo construyan, y no necesariamente lo decidan después de tomado el poder. El poder debe construirse a través de la preparación, porque se puede ganar pero es difícil de mantener.
El FNRP puede únicamente sobrevivir si está cimentado en valores de la lealtad, basada en la capacidad de ser orgánicos y constantes, esto quiere decir ser capaces de ver con empatía la gran organización a través de todas sus partes. Debe ser capaz de ser congruente con lo que se demanda, implementar horizontalidad que deje sin fundamentos a los grupos hegemónicos y conservadores, una red donde se difunda de manera masiva la información hacia un pueblo que necesita ser formado y educado.
Tocará observar ahora qué surge en la asamblea que está por celebrarse este fin de semana en Tegucigalpa, donde se plantearán los nuevos retos con la llegada de Manuel Zelaya, donde se comentarán los resultados de la recién celebrada Asamblea Refundacional del 19 y 20 de junio, en que se estableció el discurso pro refundacionista, y no convertir al FNRP en un instrumento político. Se deberá prestar atención del proceso de las líneas más tradicionales del FNRP que impulsan el proceso de elecciones dentro de la gran organización de la resistencia, y cuáles serán las nuevas estrategias contra el poder hegemónico hondureño.
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