jueves, 21 de julio de 2011

Arzobispos hablan de lo que no existe, de personas fallidas, y de la limitación de derechos

El descaro de los jerarcas católicos parece no tener límites. Y nada mejor que el tema de los derechos de gays y lesbianas para hacer florecer declaraciones cínicas.





Sobre las cosas que no existen
 El cardenal arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, declaró durante una reunión de jóvenes católicos en Pöllau (Austria) que la Iglesia Católica no está en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo porque la iglesia "no puede estar en contra de algo que no existe". Según él, solo es matrimonio aquel que se celebra entre un hombre y una mujer.

Pero esta declaración no es su primera joya homofóbica. En 2009, mientras se oponía al proyecto de ley de uniones civiles en Austria declaró que no reconocer los derechos civiles de gays y lesbianas no era una discriminación, porque solo se puede discriminar a los que son ‘iguales’. Afortunadamente la ley de uniones civiles fue finalmente aprobada por el parlamento austriaco en diciembre de ese año.

Imagen: http://ateismobrillante.blogspot.com

Pues bien, permítanme decirle a Schönborn algunas cosas que no existen:

1.       Un clero que prefiera un sacerdote que defienda a los pobres que uno que denuncia a los pederastas.

2.       Un Vaticano dispuesto a donar parte de sus inmensas riquezas a los damnificados de desastres naturales o los de la sequía que tiene en este momento a medio millón de niños a punto de morir de hambre en el cuerno de África.

3.       Un Papa que se niegue a recibir dinero por venir de un pederasta (Juan Pablo II sobre Marcial Maciel)

4.       Un Papa que ayudara a los judíos de Europa, aunque haya firmado un concordato con la Alemania Nazi (Pío XII)

5.       Un Papa cuyo nombre “Inocencio” concuerde con su carácter (Inocencio III fue el que masacró a los albigenses)

6.       Un clero compasivo y humano que evita discriminar, por no decir matar a quien no crea sus mitos. (Santo Oficio)

7.       Una aberración sexual más grande que hacer del innatural celibato una virtud.

8.       Una masa harinosa que se convierta en el cuerpo de un carpintero muerto hace más de 2.000 años al pronunciar palabras en latín.

9.       Un nacimiento humano partenogenético que de origen a un individuo de sexo masculino.

10.   Un Dios que apruebe que una institución que ha censurado, amordazado, quemado, torturado, desterrado y matado, se diga Santa Madre Iglesia.

Imagen: http://ateosecuador.blogspot.com

Sobre personas fallidas y rotas
 Nuestra segunda mención es para el Arzobispo de Múnich, Alemanía, el cardenal Reinhard Marx. Este ensotanado afirmó en un foro católico en Mannheim que tanto los homosexuales como los divorciados son personas ‘fallidas’ y ‘rotas’, a las cuales la iglesia católica debería tratar de una forma distinta a lo que ha hecho hasta ahora. En su discurso añadió que no logra entender cómo pueden existir hombres y mujeres que no comparten el ‘tesoro de la fe’. Bien parece que el señor Marx tan solo no logra entender. Punto.

Su "tesoro", como llama el señor Marx a la fe católica no ha traído igualdad y fraternidad a la humanidad. Ningún efecto surten las oraciones por la paz del Papa, y mucha violencia trajeron los dictadores que recibieron la bendición de la iglesia: Hitler, Mussolini, Videla, Franco, Pinochet, Pavelic, etc. ¿De qué tesoro nos hablas señor Marx? Cuando la fe y la ignorancia van de la mano difícilmente pueden ser consideradas como un tesoro por la humanidad. Démosle ese calificativo al humanismo, a los derechos humanos y al conocimiento científico. Estos sí, verdaderos tesoros de nuestra especie.

La argumentación del señor Marx insinúa que sólo las personas que siguen los dictámenes de su religión son buenas. Cosa errónea. Hay buenas y malas personas en todas las religiones, y también sin religión. La larga lista de sacerdotes pederastas son una muestra que el "tesoro de la fe" no salvaguarda a estos oscuros personajes de ser malos elementos para la sociedad. Son estos enemigos de la justicia, de las libertades personales y del libre análisis las verdaderas personas rotas, porque impiden que los Derechos Humanos y el libre análisis esté disponible para todos.

Imagen: http://www.lamujerdepurpura.com

Sobre la limitación de los derechos
 Viene el turno para el Arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Dolan. Este ensotanado mostró su activa oposición al matrimonio igualitario, que terminó aprobándose recientemente. Dentro de los argumentos esgrimidos por el señor Dolan, estaba que permitir que el senado del estado permitiera el acceso a gays y lesbianas al matrimonio civil era una intromisión similar a la que hacen los gobiernos comunistas de China y Corea del Norte. Con cinismo pidió al Senado "no limitar los derechos" como si la iglesia a la que representa le hubiese gustado los derechos.

“La última vez que mire el atlas, me pareció claro que vivimos en Nueva York, en los Estados Unidos de América, no en China o en Corea del Norte”, escribió el arzobispo Dolan, que también es el presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, en su blog. “En esos países, el Gobierno ’redefine’ diariamente los derechos, las relaciones, los valores y la ley natural. Órdenes del Gobierno dictan el tamaño de las familias, quién vive y quién muere, y lo que la definición del ‘matrimonio’ y la ‘familia’ significa”, añade.

Ignora el señor Dolan que en Corea del Norte y la China no se ha reconocido el derecho de contraer matrimonio civil a gays y lesbianas. Justamente esto se ha dado en democracias. Se queja el arzobispo de control social, cuando es justamente uno de los objetivos de la Iglesia Católica.

Buscando un poco en la historia de la ICAR podemos encontrar que la "Santa Madre Iglesia" no fue amiga de la libertad de prensa, de culto, de religión, ni de la democracia cuando estos resurgieron tras la Revolución Francesa. Estas características manifestada por la iglesia entonces la hacían mucho más parecida al régimen de Corea del Norte. Y cabe mencionar que si la iglesia ahora habla de algunos derechos, aunque El Vaticano no ha ratificado la Convención de Derechos Humanos, es por la fuerza de las sociedades, y no porque ella así lo propiciara.

Les dejo las palabras del Papa León XIII, quien demandó que quienes estuviesen frente a él se pusieran de rodillas: "Es ilegal demandar, defender o conceder libertad incondicional de pensamiento o de palabra, o de prensa, o de culto, como si éstos fueran derechos que la naturaleza le ha dado al hombre."

¿Y usted qué opina?


Tomado de: http://blog-sin-dioses.blogspot.com

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