Foto: http://www.atp.com.ar
Es algo habitual. Cada año, los judíos ortodoxos dan muestras de su homofobia durante la celebración del Gay Parade de Jerusalén, en Israel. En 2005, uno de ellos apuñaló a tres participantes de la manifestación, algo que lo llevó 12 años a prisión. Desde entonces, la ciudad pone en marcha un dispositivo de seguridad con más de mil policías para proteger a la comunidad LGBT.
Aunque con todo y policía, los antigays se hicieron presentes otra vez este año lanzando líquidos con olores nauseabundos, los ortodoxos decían a los manifestantes que "el infierno los espera".
Mientras otros de ellos con pancartas en mano comparaban la homosexualidad con "actos bestiales" y aseguraban que "el evento es una abominación y la profanación de Tierra Santa".
Tomado de: http://zonadiversa.blogspot.com/
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