Por negarse a entregar dinero que necesitaban cuatro sexoservidores para comprar droga, Cristian Iván Sánchez Venancio fue asesinado de 128 puñaladas y golpes que la PGJDF tomó en cuenta para considerar un crimen de odio.
El activista de la comunidad LGBT de la Ciudad de México abrió la puerta de su departamento a Salvador López la noche del 23 de julio porque lo conocía y mantenía una amistad cercana.
El procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, explicó que posteriormente llegaron Omar Romero, José Federico Suárez García y Antonio de Jesús Sabas.
Los cuatro detenidos admitieron que se dedican a prostituirse en la la Alameda Central, hasta donde llegaba Sánchez Venancio para contactar a los jóvenes.
Tomado de: http://zonadiversa.blogspot.com
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