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En Honduras, este 25 de Enero se celebra el Día de la Mujer Hondureña. Una fecha significativa, pues en 1954, las mujeres de nuestro país fueron reconocidas como ciudadanas con derecho a participar en uno de los aspectos de la vida política, a través del reconocimiento a elegir y ser electas en cargos públicos; es decir, el derecho al voto.
Esta fue una reivindicación alcanzada por mujeres como Visitación Padilla, Alba Alonso de Quezada, Alejandrina Bermúdez, Narda Melendez, Corina Falope Ayestas, María Elena Méndez, María Antonia Martínez, Norma Marina García y Graciela Bográn. Estas y otras mujeres valientes, lograron romper esquemas en la conservadora sociedad hondureña de aquél entonces y, luego de mucho esfuerzo, doblegaron una de las primeras barreras patriarcales que les impedían dar el paso para ejercer su derecho a participar en la vida pública de la nación.
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No obstante, después de casi 60 años de esta primera conquista, las mujeres hondureñas se enfrentan aún hoy, a diversas situaciones que no les han permitido alcanzar su plenitud como seres humanas, con derechos iguales a los de los hombres. Luego de todos estos años, las hondureñas, continúan siendo excluidas y limitadas de la vida política, al no existir verdaderas garantías para la paridad y el ejercicio del derecho a la participación en puestos de toma de decisión, ya sea a nivel gubernamental, como a nivel de las empresas, organizaciones y movimientos sociales.
Aunado a esto, la mujer hondureña, enfrenta graves situaciones como la violencia de género, femicidios, pobreza, desigualdad de oportunidades, discriminación, explotación laboral y sexual, en un sistema creado para relegarlas a una ciudadanía de segunda categoría. Éste se ha convertido en el campo de batallas que las mujeres de este siglo continúan enfrentando para lograr su plena humanidad.
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Hoy, 58 años después del reconocimiento del derecho al voto de las mujeres, el Movimiento de Diversidad en Resistencia (MDR) se suma y solidariza con las luchas de las mujeres organizadas en Honduras, ratificando que este día debe ser una fecha simbólica en donde se reivindique algo más que el derecho al voto de las mujeres. Y más aún, que esta fecha se despoje de la concepción que este es un día para reproducir la tradicional imagen de sumisión y debilidad de nuestras compañeras a través de una rosa hipócrita o un almuerzo vacío.
Éste debe ser un día para redimir su fuerza como mujeres, su valentía y sobre todo exigir que el Estado y la sociedad hondureña asuman responsabilidad para garantizar la equidad e igualdad de las mujeres en todos los espacios de su vida privada y pública.
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Las organizaciones y movimientos sociales que nos declaramos en resistencia contra el Golpe de Estado político, militar, empresarial y religioso; debemos sumarnos a estas luchas por el reconocimiento pleno de los derechos de las mujeres no como una figura única, sino como una figura con rostro indígena, negra, obrera, campesina, profesional, lesbiana, feminista. Un rostro humano y diverso que las reconozca como mujeres, humanas y ciudadanas.
Sólo de esta forma podremos refundar una Honduras con verdadera justicia social en donde todos y todas, tengamos algo más que el derecho al voto. Una Honduras en donde las personas, incluidas las mujeres seamos el fin supremo de esta nación y de esta sociedad.
Movimiento de Diversidad en Resistencia (MDR)
¡Aquí por Derecho!
25 de Enero de 2012
