Padre Riccardo Seppia
Foto: http://static.blogo.it
El Padre Riccardo Seppia, un párroco de 51 años de edad en
el pueblo de Sastri Ponente, cerca de Génova, fue detenido el pasado 13 de mayo
de 2011 por pedofilia y posesión de drogas. Los investigadores examinaron
grabaciones de conversaciones de teléfonos móviles, y Seppia pidió a un
traficante de drogas Marroquí organizar encuentros sexuales con chicos jóvenes
y vulnerables. “No quiero chicos de 16 años, los quiero más jóvenes- los de 14
años están bien. Busca a niños necesitados que tengan problemas familiares”, fueron
sus palabras.
Según los investigadores, Seppia dijo a un amigo (un antiguo
seminarista y barman que es actualmente objeto de investigación) que los
centros comerciales de la ciudad fueron los mejores lugares para atraer a
menores de edad. Según las conversaciones telefónicas los dos maldijeron y
juraron en contra de Dios. El sacerdote es acusado de haber intentado besar y
tocar a un monaguillo menor de edad y de haber intercambiado la cocaína para
tener relaciones sexuales con chicos mayores de 18 años.
Los abogados de la defensa de Seppia sostienen que las
conversaciones (monitoreados desde 20 octubre 2010) fueron sólo palabras,
juegos sexuales que fueron jugados por adultos, incluso cuando afirmó “un
beso en la boca”, a un monaguillo de 15 años de edad, era sólo un juego.
El 16 de mayo durante el interrogatorio formal mediante la
investigación de la magistrada Anna Giacalone de Génova, Seppia optó por no
responder. El magistrado decidió mantenerlo en custodia para evitar un riesgo
de recaída o manipulación de pruebas. El abogado defensor Paolo Bonanni dijo
que la defensa quiere evaluar todos los cargos.
Interrogado por los investigadores, el monaguillo habría
confirmado el intento de beso. Los psicólogos están ayudando a los oficiales de policía de
Carabineros a obtener el testimonio de las presuntas víctimas. “Los muchachos
tienen vergüenza de hablar y admitir lo que pasó”, dice uno de los
investigadores.
La evidencia asciende a por lo menos 50 mensajes y llamadas
telefónicas. En las conversaciones telefónicas, el traficante de drogas en
contacto con los niños, así como sus números de teléfono con el sacerdote, que
les pagaba con 50€ en cocaína para tener relaciones sexuales. “Nos hicieron escuchar a ese hombre diciendo cosas terribles
sobre nuestros hijos. Cosas tan terrible que no puedo repetir”, dijo un padre
de uno de los chicos.
Los investigadores también están examinando tres
computadoras confiscadas: del sacerdote que según parece también buscaba
víctimas a través de los chat. Seppia está siendo mantenido en una celda de aislamiento en
una cárcel de Génova. Se reunió con el sacerdote y psicólogo de la cárcel. “Ha
leído los periódicos, y se duele por los comentarios de sus feligreses”, dice
su abogado. La investigación está en curso.
Tomado de: http://elnuevodespertar.wordpress.com
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