Foto: http://www.britannica.com
El Tribunal Supremo de EEUU estudiará esta semana si es
constitucional prohibir el matrimonio homosexual, a través de dos casos que
mantienen en vilo al país ante la rápida evolución de la opinión pública sobre
el asunto.
Los nueve jueces del Supremo escucharán este martes (hoy) los
argumentos a favor y en contra de la Propuesta 8, una enmienda a la
Constitución estatal de California que se aprobó en referéndum en 2008 y define
el matrimonio como un enlace entre hombre y mujer.
El miércoles recibirán a los defensores y detractores de la
Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, por sus siglas en inglés), que define el
matrimonio como la “unión entre un hombre y una mujer” e impide, por tanto, que
los homosexuales casados en los estados donde es legal logren reconocimiento y
beneficios fiscales a nivel federal.
El debate no se cerrará hasta junio, cuando se espera una
decisión en los dos casos, pero que cautiva desde hace meses a un país que ha
evolucionado rápidamente en su aceptación de las bodas entre homosexuales,
especialmente desde que el presidente Barack Obama expresó su apoyo el pasado
mayo. Hoy (ayer) una decena de activistas se congregaron en las escalinatas del
Supremo, tras pasar la noche resguardados de la nieve con tiendas de campaña,
sacos y mantas.
Erin Black, un manifestante de Nueva York, llevaba quince
horas bajo el temporal cuando dijo a Efe que no estará satisfecho “hasta que
todos tengamos los mismos derechos y la hipocresía termine”. “EEUU está listo.
Lo sé por la gente con quien hablo, con quien hablan mis amigos, los programas
de televisión, las noticias… La gente, por lo general, quiere hacer lo
correcto”, añadió.
Según una encuesta del Washington Post de la semana pasada,
el 58 % de los estadounidenses –un récord histórico– apoya el matrimonio gay,
que es legal en nueve estados y el Distrito de Columbia.
Al contrario de lo que pudiera parecer, ese creciente
respaldo da argumentos a quienes se opondrán al matrimonio homosexual ante el
Supremo, quienes opinan que como los votantes de muchos estados se han mostrado
dispuestos a respaldar el matrimonio gay, no es necesario que la máxima
instancia judicial medie en el asunto.
“Lo que menos necesitamos en este momento, en que hay un
debate muy joven y significativo, es que el Tribunal Supremo presente una
solución nacional que redefina el matrimonio y arrebate la cuestión de las
manos del pueblo”, dijo al Wall Street Journal uno de los abogados que
defienden la Propuesta 8, Austin R. Nimocks.
Tomado de: http://www.elnuevoherald.com
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