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“El jueves iba caminando hacia a mi casa y de repente se
paró una patrulla para preguntarme qué estaba haciendo a esa hora y si había
tomado. Les dije que sí, pero que no estaba haciendo nada malo. De todas formas
me obligaron a que me subiera y cuando les pregunté por qué, me contestaron
‘por andar de puto’”, declara Jonathan Zamora, un joven homosexual al que
detuvieron la madrugada del pasado jueves en el centro histórico de México DF.
Según relata la denuncia, el grupo de policías pidió que les
realizara sexo oral para dejarle ir y, al negarse este, le propinaron una
paliza. Hecho que denunció ante el tribunal cívico número 4.
“Ya había
escuchado de casos parecidos al mío, pero pensé que eran raros. Ahora me doy cuenta de que no: los policías detienen a
muchos chavos gays por su estado de vulnerabilidad. Creen que pueden abusar de
ellos y causarles miedo. También sentí temor en ese momento, además de enojo y
tristeza, pero también la responsabilidad social de denunciarlo”, confesó el
denunciante a la prensa mexicana.
El juez pidió que le realizaran un examen médico para ver el
alcance de las lesiones. El joven se queja de que nada parece haber cambiado en
la capital del país, pese a los esfuerzos realizados por el ex jefe de
Gobierno, Marcelo Ebrard:
“Sigue habiendo un ambiente de persecución y
hostigamiento. Los jueces y los agentes del Ministerio Público no tienen
ninguna capacitación sobre derechos humanos. Muchas cosas nos demuestran que ha
habido retrocesos, por eso hay que levantar la voz”, denunció.
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