Foto: http://www.cbsnews.com/
La aprobación de la ley que permitirá la unión matrimonial entre personas
del mismo sexo, con todas las garantías jurídicas y legales en Francia, está
teniendo una gran oposición por parte de grupos católicos y ultraconservadores.
Pese a la fuerte oposición de la derecha al texto y de numerosas
manifestaciones, el Senado francés (Cámara alta del Parlamento) aprobó el
pasado 9 de abril, el primer artículo del proyecto de ley sobre el matrimonio
homosexual, por 179 votos a favor frente a 157 en contra. Además de la unión
legal de las parejas del mismo sexo, otro proyecto será votado para permitirlas
la adopción de niños.
Cabe recordar que esta medida legal obedece a que el presidente de
Francia, el progresista François Hollande, antes de ser electo, prometió
legalizar el matrimonio homosexual, pese a que grupos de extrema derecha y de
católicos integristas, así como la comunidad musulmana del país galo, se
oponían y se siguen oponiendo a esa medida.
Una nueva manifestación tuvo lugar el viernes. La misma empezó tan sólo unas
horas después de terminar el examen parlamentario del texto, y congregó a unas
2.500 personas según la policía y más de 7.000 según los organizadores.
Como todos los días desde el martes, los manifestantes partieron de la
céntrica parada de metro Sèvres-Babylone y se dirigieron a la explanada de los
Inválidos, cerca de la Asamblea, la cámara baja del Parlamento.
Una vez finalizada la manifestación, medio centenar de personas
plantaron cara a los policías, que replicaron con gases lacrimógenos y
practicaron una detención, según una periodista de la AFP.
Aunque la aprobación del matrimonio igualitario no parece peligrar de
ninguna manera, el objetivo de los manifestantes y de los grupos ideológicos
conservadores que están detrás, no es otro que el de acobardar a los
parlamentario y que voten en contra de la iniciativa legal.
En Francia ya existen precedentes de algo parecido, ya que en el pasado
la presión de la calle obligó a otros Gobiernos a retirar leyes ya aprobadas,
como la del contrato para jóvenes que propuso en 2006 el entonces primer
ministro, Dominique de Villepin, y que provocó una gran revuelta estudiantil.
Tomado de: http://noticias.universogay.com
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