Carla Herrera (Der.) y Lilia
Foto: http://www.vebidoo.de
El pasado 4 de junio, y tras un año de litigio, las
denunciantes y las autoridades de Club Campestre firmaron ante la fiscalía de
Chihuahua un acuerdo según el cual la pareja puede formar parte del club y
acceder a las instalaciones en calidad de cónyuges. A cambio, Carla Herrrera,
la denunciante, retirara la demanda por discriminación interpuesta contra el
club deportivo ante los tribunales.
Herrera señaló a Notise que con esta solución, y tras las
negociaciones, gana todo el mundo. "Mi único propósito siempre fue que el
club nos reconociera como familia, no había más, y ese objetivo creo que se ha
conseguido”.
Sin embargo, el compromiso logrado por parte del club para
ella y su pareja puede que no se extienda a nuevas parejas homosexuales que
deseen formar parte de la asociación campestre. “El mío es un asunto
específico, porque las dos ya éramos socias desde hace tiempo; no sé qué vaya a
pasar con otras parejas como nosotras, pues el club tiene otros requisitos y políticas”.
El conflicto se remonta al momento en que Carla Herrera
solicita al Club Campestre de Chihuahua que cambie la afiliación de Lilia Aun
para que acceda al mismo en calidad de esposa. La organización se niega, bajo
el argumento de reservarse el derecho de admisión, pero le ofrece a la
demandante la posibilidad de que su esposa pase a ser miembro en calidad de su
empleada doméstica y con un coste adicional.
Herrera no aceptó estas condiciones por considerarlas
lesbófobas e interpuso por estos hechos una denuncia penal en contra del club
por el delito de discriminación, además de una queja en el Consejo Nacional
para Prevenir la Discriminación.
Tomado de: http://noticias.universogay.com
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