Edmundo Orellana Mercado
Foto: http://www.elheraldo.hn
A raíz de la denuncia incoada en contra del Pastor Evelio
Reyes por el delito de discriminación, varios medios de comunicación
corporativos (entiéndase golpistas) han realizado un sinnúmero de columnas,
artículos e “investigaciones” periodísticas relacionadas al tema.
Hemos identificado que
uno de ellos, ha destacado como el más perverso, desinformado y amarillista; La
Tribuna. No sabemos, a ciencia cierta, si sus motivaciones son meramente
mercantilistas (vender más) o si responde a una posición particular de Carlos
Roberto Flores Facusse.
Pero, el pasado 12 de Agosto, el Ex Fiscal General de la
República, Edmundo Orellana Mercado escribió el artículo titulado “Pecado y
Justicia” que fue publicado en ese diario. Consideramos que el mensaje del
connotado abogado, es digno de destacar.
Queremos rescatar algunos párrafos de dicho artículo, para
la consideración, educación y análisis de nuestras y nuestros lectores. Estos párrafos son tan claros
que no requieren hacer ninguna explicación:
“El dilema se presenta cuando lo dicho en la Biblia entra en
conflicto con el ordenamiento jurídico. Más o menos, lo que impulsó a Cristo a
declarar: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Frase
con la que Jesús señaló a sus fieles, la ruta a tomar en estos casos.
Su extrapolación definitivamente no ha sido afortunada
porque la condena de los pecados está reservada para el “más allá” […] Aquí
entra el ministro religioso, cuya labor es atraer al pecador apoyado en la
palabra de Dios, no para condenarlo, sino para redimirlo ¿No es el reino de
Dios el de los pecadores arrepentidos?
Ese es el conflicto que surge cuando no se tienen claras las
fronteras de la fe. Quien pasa la línea fronteriza se expone a sufrir las
consecuencias […] Sobre los ministros
religiosos que acusan a los homosexuales de vivir en pecado, cabe preguntarse:
¿En este caso no se admite el arrepentimiento o dudan de su capacidad de
redimirlos y salvarlos? Si es así, los homosexuales de sus congregaciones, que
los habrá, después de estas declaraciones, no tendrán motivo alguno para seguir
aportando el diezmo, ya que, según sus pastores, no importa lo que hagan, jamás
entrarán en el reino de Dios.
El Papa Francisco resolvió esta cuestión con una fórmula
sencilla [...] en atención al sabio consejo de Jesús y después de ver el rostro
del futuro inmediato de la humanidad, declaró enfáticamente: “¿Quién soy yo
para juzgar a los gays?”
En todo caso la condena o absolución marcará un hito en los
anales de la justicia hondureña, cuyo ineludible deber es resolver en estricto
derecho.
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