Obispo Raúl Vera
“Es un tema al que nos hemos negado. Los que dicen que el
homosexual es un enfermo, son los que están enfermos. Tengo un amigo que fue
sacerdote y que es homosexual. Él dice que no reconocer a los homosexuales es
como medir por las normas del rugby a los que juegan al fútbol, y luego
decirles además que están violando las normas. La Iglesia tiene que acercarse a
ellos no con condenas, sino con diálogo. No podemos anular toda la riqueza de
una persona solamente por su preferencia sexual. Eso es enfermizo, eso es no
tener corazón, es no tener sentido común”.
Aunque no lo parezca son las palabras de un obispo, Raúl
Vera, el más amenazado de México. Ha salido vivo de más de un atentado y
trabaja por los desaparecidos, migrantes, menores, indígenas, prostitutas y
parias de todo tipo le ha granjeado odios feroces, incluido la letal enemistad
del narco.
Respecto a la prostitución, asegura que “no sólo legalizar
la explotación femenina. Yo creo en la dignidad de las mujeres. La prostituta
es una mujer sumamente dañada, pero jamás debe perder su dignidad y el derecho
al respeto. Estamos llegando a límites espantosos en el fenómeno de la trata y
la explotación”.
Tomado de: http://www.ocioxocio.com/
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