martes, 24 de septiembre de 2013

Historia del pianista Liberace gana el premio Emmy

Imagen: http://www.azkaban.es

No pudo ser una película porque sólo la cadena HBO se atrevió a financiar una historia de amor entre dos hombres tan en primer plano. El resultado divirtió al Festival de Cannes, donde su protagonista, Michael Douglas, aparecía en todas las quinielas para hacerse con el premio de interpretación por su amaneradísimo Liberace, el icónico pianista que arrasó en Las Vegas. 

No podrá optar al Oscar al tratarse de una producción de televisión, pero obtuvo su recompensa en los Emmy, donde se llevó el galardón de Mejor Actor Principal para Película o Miniserie y el telefilme el de Mejor Película para Televisión o Miniserie.

Por supuesto, en su agradecimiento se acordó de Matt Damon, su amante en la pantalla: “Esto ha sido un trabajo mano a mano y tú has sido muy bueno”, le dedicó. Parece que este papel fue impulsado por la culpa ante la muerte de su medio hermano gay Eric, según publicó el “National Enquirer”.

El guión de LaGravanese es excepcional, tanto en su estructura dramática, como en los diálogos, pues son esas escenas íntimas (con detalles de todas sus prácticas y gustos sexuales) en las que más brilla. 

Liberace es, a ratos cruel y soberbio, a ratos padre protector de un niño de apenas 18 años.  Sabemos del talento de Soderbergh, pero es tan prolífico que resulta imposible que su cinematografía no sea irregular. 

En este caso demuestra sus dotes de maestro, pues sabe sacarle partido estético a la mansión hiper-kitsch del músico, pero eso no le distrae del objetivo principal: la descripción de una progresiva desintregración de la pareja, eso que hace el relato universal incluso para aquellos que no pueden desembarazarse de los complejos de ver retozando a dos primeras figuras masculinas de Hollywood en la misma cama.

Tomado de: http://www.ociogay.com

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