Natasha y Maria Elena
Foto: http://anodis.com/
De las 35 bodas celebradas hace unos días dentro de la
penitenciaria Santa Martha Acatitla de la Ciudad de México, tres de ellas
fueron matrimonios entre personas del mismo sexo. Estas bodas formaron parte de la Campaña Colectiva de
Matrimonios, Registros y Reconocimientos "Lazos en Reclusión 2014"
que se llevó a cabo de la cárcel de Santa Martha en Coordinación con el
Registro Civil. Además de las 35 bodas se hicieron tres reconocimientos a hijos
de internas.
28 de estas parejas se conocieron y enamoraron cuando ya estaban
dentro de la cárcel. Otra particularidad es que es la primera vez que se llevan
a cabo matrimonios entre personas del mismo sexo dentro del penal, permitidos
ya que la cárcel está dentro del Distrito Federal, ciudad que sí reconoce y
realiza matrimonios igualitarios.
Beatriz Azuzena Martinez, titular del juzgado 40 del
Registro Civil, fue la encargada de celebrar los matrimonios. La jueza antes de
oficializar la ceremonia expresó que era la primera vez que acudía a celebrar
una boda en la cárcel en donde ya se podían casar hombres con hombres y mujeres
con mujeres y añadió: "hay que recordar que la familia es la base de toda
la sociedad y si esto se sigue fomentando, la familia va a seguir fuerte y se
seguirá evitando que la sociedad continúe desintegrándose, además con esto se
les reconocen sus derechos como personas normales, comunes y corrientes a pesar
de estar en prisión".
Las tres parejas de personas del mismo sexo aseguraron
llevar una relación feliz y sin discriminación dentro de la cárcel. Una de las
historias que se dio a conocer es la de Natasha y Maria Elena. Natasha de
origen francés acusada de daños a la propiedad ajena y Maria Elena mexicana
encarcelada por homicidio calificado. Se conocieron en cursos de superación
personal que imparte el penal y ahora, cuatro años después, decidieron casarse.
"Aquí dentro hemos soñado muchas cosas, nuestro amor se
ha hecho más fuerte, nos sentimos cómodas sin nadie que nos señale.
Afortunadamente estamos en la misma celda y eso hace que compartamos mucho
tiempo juntas, ella escribe, yo doy clases y juntas intentaremos salir
adelante, si sobrevivimos al encierro, afuera nuestro futuro será mejor"
explicó Natasha.
Ya como esposas les queda otro reto y es sobrellevar los
distintos tiempos de condena que aún les queda. Maria Elena dijo al respecto:
"Ella sale en tres años, a mí me faltan otros 20, pero estamos buscando
amparos para que la sentencia sea menor. El tiempo que estemos aquí la
pasaremos juntas y ahora que oficialmente somos esposas nos espera una vida
mejor, si ella sale antes o yo eso no será impedimento para que nuestro amor
crezca".
Tomado de: http://www.cascaraamarga.es/
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