Thalía, Javier y Quetzalcóatl, integrantes de la comunidad LGBT, son algunas de las últimas víctimas de la homofobia, asesinadas en Chihuahua y Guerrero, estados que registran 41 homicidios en este año.
De acuerdo con registros de la comunidad, de 1995 a 2009 se han contabilizado 705 asesinatos por crimen de odio, señaló el activista Javier Marmolejo.
Ante el incremento de los asesinatos por homofobia, el colectivo LGBT entró en alerta y demandó en dos mítines ayer en la Ciudad de México se investiguen los homicidios de sus miembros y el cese inmediato de las agresiones en su contra.
Integrantes de organizaciones civiles entregaron a las representaciones de Chihuahua y Guerrero en el Distrito Federal cartas dirigidas a los gobernadores Horacio Duarte y Ángel Heladio Aguirre, en las que demandan su intervención para contener la violencia en su contra.
Indicaron que en Chihuahua las agresiones han ido en aumento durante las últimas semanas, y recordaron que hace un mes dos jóvenes gays fueron asesinados en la entrada del centro nocturno El Escándalo.
El 30 de junio pasado, un grupo de personas advirtió que la Marcha del Orgullo LGBT Chihuahua 2011 se convertiría en “La Marcha de la Sangre”.
También denunciaron que además de las extorsiones a mujeres transgénero, por parte de la policía municipal y estatal de Chihuahua, se les exige a las víctimas sexo a cambio de soltarlas, lo que configura delitos de abuso sexual y violación a la dignidad de las agredidas.
En la representación del estado de Guerrero se denunció que Javier Sánchez Juárez, activista gay de Zumpango del Río, recibió golpes similares a los que le causaron la muerte a Quetzalcóatl Lebrija Herrera, asesinado el pasado 4 de mayo en la ciudad de Chilpancingo.
Con el asesinato de Javier Sánchez suman 22 crímenes de odio contra lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros.
Para los integrantes de grupos como Musas de Metal, Grupo 44A1, Archivos y Memorias Diversas, Opción Bi, Trans-Gen, Cappsida, Ikatiani y La Madriguera, entre otros, lo que les genera mayor indignación es el silencio de las autoridades municipales y estatales.
En sus demandas exigieron el esclarecimiento de los asesinatos, además de justicia y reparación del daño para la comunidad LGBT, así como establecer políticas públicas dirigidas a la población diversa y atención a las víctimas de agresiones y todo tipo de violencia de género y por orientación sexual.
tomado de: http://zonadiversa.blogspot.com/
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