11 de julio 2011
Por Margaret Thompson
Aquí vamos a hacer propuestas para reformular radicalmente la Constitución de Honduras ante la necesidad de incorporar las experiencias y perspectivas de las mujeres indígenas y afro-hondureñas, declaró Berta Cáceres, activista del feminismo indígena y una de las organizadoras de la Asamblea Constituyente auto-organizada por mujeres indígenas y afro-hondureñas.
“El acontecimiento histórico tiene lugar 10 al 14 julio en las ruinas de Copán, incluye delegadas indígenas y afro de todo Honduras”, añadió Cáceres, quien también es coordinadora del COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras).
Muchas de las participantes han estado en primera fila en el movimiento de resistencia popular contra la represión que siguió al golpe de Estado en su país en junio de 2009, luchando contra los ataques contra sus territorios, su soberanía, sus recursos naturales y sus culturas. Del mismo modo, muchas han sido líderes en estas luchas, siendo objeto de ataques agresivos y violentos y de las detenciones por la policía y las fuerzas de seguridad privada.
A lo largo de la costa norte de Honduras existen 48 comunidades garífunas "que están sufriendo una expulsión acelerada de los territorios que han habitado durante 214 años", dijo Miriam Miranda de OFRANEH (Organización Fraternal Nacional de los Hondureños Negros) en una carta que publicó después de haber sido violentamente detenida y asaltada por las fuerzas de seguridad en marzo de 2011.
Las tierras comunales de los garífunas han sido objeto de privatización generalizada como parte de los planes de desarrollo masivo impuesto por el Banco Mundial y el gobierno para crear grandes complejos turísticos y de "ciudades modelo". Los garífunas son matrilocales, es decir, la tierra ha sido tradicionalmente heredades por línea materna, por lo que este asalto de las tierras comunales ha afectado especialmente a las mujeres. (Vacanti Brondo, 2007).
“Las experiencias y las perspectivas de las mujeres deben ser tomadas en cuenta en la construcción de una constitución plurinacional, pluricultural constitución que reconozca la riqueza de nuestro conocimiento indígena, y que incluya el derecho a la autonomía de los pueblos indígenas", señaló Cáceres.
La Asamblea Constituyente, que reúne a las mujeres lencas, maya chortí, garífuna, Tawaka, miskito, pech y los grupos indígenas Tolopan, es un paso clave en la "refundación", un proceso en curso entre los pueblos indígenas en Honduras para exigir la autonomía y sus derechos soberanos.
Las mujeres aportarán propuestas específicas para la constitución en materia de derechos a la tierra, protección de la biodiversidad, el agua, los bosques y los recursos mineros, así como la determinación de la autonomía y los derechos a la comunicación.
¿Por qué una Asamblea Constituyente?
Desde el golpe - orquestado por las elites hondureñas y los intereses corporativos - la demanda de una Asamblea Constituyente ha sido un objetivo clave del movimiento de resistencia popular. Ha contado con un fuerte apoyo de los pueblos indígenas y afro-hondureños que ven una nueva posible nueva constitución un medio para crear protecciones legales para los recursos naturales en tierras indígenas, reconocer la multiculturalidad del país e incorporar un mayor reconocimiento de los derechos de las mujeres.
Delegadas de las mujeres se reúnen actualmente en Copán para compartir sus experiencias en la resistencia, la situación en sus comunidades y en sus propias organizaciones, dijo Cárceres. “Esto les permitirá articular mejor las estrategias para apoyar la lucha no sólo contra el capitalismo, sino también contra el racismo y el patriarcado ..."
Añadió que es necesario ir más allá de los informes de violaciones a los derechos indígenas y los derechos humanos de las mujeres para examinar las raíces patriarcales del colonialismo y el neoliberalismo que han proporcionado los antecedentes históricos y las estrategias actuales para la continua represión de los pueblos indígenas y afro. "Esto es parte de la historia de la resistencia que las mujeres como indígenas y afro-hondureñas que continúa desarrollándose", señaló Cárceres.
Otro componente de la Asamblea Indígena y Afro son grandes ceremonias culturales y espirituales dirigidas por mujeres de las comunidades indígenas. Localizar el evento en las ruinas de Copán es altamente significativo porque además de ser un importante sitio arqueológico, la zona tiene una larga historia de resistencia de los pueblos indígenas, y del Maya Chortí en particular, concluyó Cáceres.
Tomado de: http://quotha.net/node/1873
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