Foto: http://www.impactony.com/
Tiene tan sólo 24 años, sueña con estudiar radiología y puede contribuir de forma positiva a la sociedad estadounidense. Así se describió el martes Julio Hernández, un estudiante salvadoreño del Bronx Community College que está luchando en contra de su deportación.
"Me siento frustrado, temeroso de lo que pueda ocurrir. Yo no puedo regresar", dijo el joven, quien admitió estar asustado durante una manifestación en su apoyo organizada por grupos de jóvenes del condado del Bronx, en Nueva York. Hernández es gay y por ese mismo motivo asegura que no puede volver al Salvador, donde dice le discriminan por su orientación sexual. El inmigrante, que cruzó la frontera con Estados Unidos sin autorización en 2007, dice que en su país natal fue apaleado y amenazado de muerte por pandillas.
"En Apopa, San Salvador, había muchas pandillas. Yo no quise entrar en ellas", dijo. "Luego empezaron a sospechar que era homosexual. Me amenazaron. Tuve que huir", expresó. El Consejo de Liderazgo Juvenil del Estado de Nueva York (New York State Youth Leadership Council, en inglés) organizó la manifestación del martes para pedir a las autoridades estadounidenses que frenen la deportación del estudiante.
Con carteles que decían "Ningún humano es ilegal" e "Indocumentados y sin miedo", una treintena de estudiantes cantaron y gritaron lemas de apoyo a su compañero frente a la entrada principal de universidad. Hernández estudia inglés en Bronx Community College y espera poder ingresar en un futuro en los cursos de radiología.
"Como Julio, hay muchos estudiantes que pueden aportar mucho a este país", dijo Jacqueline Cito, una mexicana co-fundadora del Consejo. La organización ha lanzado un programa llamado "Educación, No Deportación" que lucha por defender casos como el de Hernández.
Luis Martínez, portavoz en Nueva York de la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) dijo el martes que por motivos de privacidad no puede discutir el caso del salvadoreño.
La agencia, sin embargo, tiene el poder de frenar la deportación de alguien según los méritos de esa persona y tras una revisión de su caso. Hernández, quien en estos momentos está en proceso de solicitar asilo político, tendrá que comparecer frente a una corte de inmigración en Manhattan el 9 de agosto.
El gobierno del presidente Barack Obama deportó aproximadamente a 393.000 personas en el 2010, lo que le ha costado al mandatario duras críticas por parte de la comunidad hispana. Obama dijo el lunes que sabe el dolor que provocan las deportaciones y que trabaja a diario para "aplicar leyes defectuosas de la manera más humana".
Hernández fue arrestado el 27 de abril en un autobús de la empresa Greyhound, cuando regresaba a Nueva York tras haber pasado unas vacaciones en Chicago. Las autoridades le arrestaron cuando el vehículo se encontraba en Erie, Pensilvania. Empezaron a pedir papeles a la gente del autobús que parecíamos latinos. Yo era el único que no tenía papeles", dijo Hernández.
Tras pasar nueve días en la cárcel, un juez le dio la oportunidad de enfrentar su caso en las cortes de inmigración. El Consejo de Liderazgo Juvenil le ayudó a conseguir abogado e inició una campaña para que senadores estatales pidan el fin de la deportación del joven.
"Ahora le pido al juez que me de una oportunidad. Que me la oportunidad de quedarme en este país y seguir adelante, de poder ser alguien en la vida", dijo el joven, vestido de blanco en la manifestación
Tomado de: http://anodis.com
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