Dan Choi
Foto: http://blogout.justout.com
Dan Choi, teniente expulsado del Ejército estadounidense por ser abiertamente gay en aplicación del “Don’t ask, don’t tell”, está siendo juzgado estos días por esposarse en noviembre de 2010 a la valla de la Casa Blanca en protesta contra dicha legislación, cuya derogación el Congreso aprobó semanas después. Choi se enfrenta a una posible pena de hasta seis meses de prisión. Un sinsentido más derivado de una política discriminatoria que todavía hoy continúa formalmente en vigor…
El 20 de septiembre es el día en el que la derogación será al fin plenamente efectiva, al haber pasado entonces 60 días desde que el Presidente Obama, el secretario de Defensa y el jefe del Estado Mayor firmaran la certificación ante los respectivos comités militares de Cámara de Representantes y Senado de que el Ejército está ya listo para aceptar en su seno a personas abiertamente homosexuales, tal y como exigía el acuerto aprobado por el Congreso.
El juez acepta argumentos de la defensa
Choi está siendo juzgado por la justicia federal al haber sido acusado por el Gobierno de no cumplir una orden federal, a diferencia de lo sucedido en ocasiones anteriores, en las que debió responder ante la justicial local (no era la primera vez que Choi era detenido en el curso de una protesta).
La justicia federal, sin embargo, bien podría dejarlo en libertad sin cargos a tenor de lo sucedido este miércoles: el juez John M. Facciola ha estimado las pruebas presentadas por la defensa de Choi para demostrar que el caso está siendo tratando por los abogados del Gobierno federal de forma diferente a otros dado el contenido de la protesta. Algo que no ha gustado nada a estos, que han solicitado una revisión de la decisión del juez. De hecho, el juicio ha quedado en suspenso durante diez días.
Especialista en lengua árabe
El teniente Dan Choi tenía un historial impecable hasta que su salida del armario truncó su carrera militar. Fue uno de los fundadores de “Knights Out”, un grupo formado por graduados gays de la Academia Militar de West Point. Veterano de Irak, era especialista en lengua árabe. Se trataría de uno de los casos de militares expulsados cuya sustitución, especialmente compleja, ha contribuido a incrementar el coste económico que la política de “Don’t ask, don’t tell” ha supuesto al Ejército estadounidense (y que un informe elaborado hace varios meses cifraba en más de 193 millones de dólares solo entre 2004 y 2009).
Tomado de: http://www.dosmanzanas.com/
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