martes, 28 de mayo de 2013

Rafael Correa se revela conservador, moralista y homófobo

Rafael Correa

El presidente ecuatoriano Rafael Correa expresó su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo, pero ante el rechazo de activistas por los derechos de las minorías sexuales, propuso un referendo para que los ciudadanos se pronuncien sobre la adopción de las bodas gay.

Correa, figura de la izquierda latinoamericana y quien reivindica a menudo sus convicciones católicas, mostró el miércoles pasado su desacuerdo con el matrimonio entre personas del mismo sexo.

"Yo tengo en el gabinete a personas de los grupos LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales). Se ha rescatado mucho el respeto a estos grupos, pero no creo en el matrimonio gay", dijo en una entrevista con el canal privado RTS.

Correa, en cuyo gabinete la ministra de Salud es abiertamente lesbiana, afirmó ser "muy progresista en la parte económica y social, pero bastante conservador en cuestiones morales", y aclaró que no pretende transmitir sus valores y principios, aún cuando tenga "todo el derecho" de hacerlo y haya sido reelecto hasta 2017 también por sus creencias.

"No es que uno puede llevarse por las tendencias, tiene que llevarse por principios, valores, creencias", enfatizó el gobernante, un economista de 50 años educado en Estados Unidos y Europa, para quien "la familia es el fundamento de la sociedad".

Sus afirmaciones generaron el rechazo de organizaciones defensoras de los derechos de los gays, que lo criticaron en la red social Twitter. En un intercambio de mensajes con Pamela Troya, coordinadora del colectivo Igualdad de Derechos ¡Ya!, el presidente planteó una consulta popular sobre la adopción de las bodas gay.

"No hay problema: con las próximas elecciones seccionales (de febrero de 2014) hacemos una consulta popular, ok? Veremos si son mis dogmas y prejuicios", expresó a Troya, quien se dijo denigrada por las declaraciones de Correa.

"Usted nos denigra e irrespeta cuando antepone sus dogmas y prejuicios para gobernar", manifestó la activista, quien se identifica en Twitter como "lesbiana por convicción y decisión política".

"Mejor aún: propongo una consulta popular!", enfatizó el jefe de Estado al replicar a otro internauta, que pidió debatir el tema entre el gobierno y la sociedad civil. El presidente de la Fundación Equidad (LGBTI), Efraín Soria, rechazó por su parte que esta cuestión sea sometida a referendo al sostener que el matrimonio igualitario es un derecho humano.

"Estamos opuestos a ese tipo de consultas porque sabemos que llevamos las de perder. Los derechos humanos no se pueden consultar sino que se deben garantizar", declaró a la AFP.

Soria añadió que "el presidente tiene la libertad de expresar sus valores muy particulares", pero también el deber como jefe de Estado de "respetar la Constitución, que prohíbe la discriminación y define a Ecuador como un Estado laico".

Correa, quien en su juventud participó en un voluntariado de la orden salesiana, planteó el plebiscito pese a que en anteriores declaraciones descartó apoyar cambios legales que permitan los matrimonios gay, si bien se declaró admirador de los defensores de las minorías sexuales.

En particular, se refería a la propuesta de grupos LGTBI de que en las cédulas de identidad se cambie el rótulo de sexo (masculino o femenino) por el de género, con lo que una persona podría registrarse según su orientación sexual.


"La palabra sexo en la cédula más género; pero reemplazar sexo por género no lo voy a aceptar nunca", remarcó el miércoles Correa, quien consideró ese cambio como una estrategia que abriría la posibilidad del matrimonio homosexual.


Tomado de: http://anodis.com

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