Rafael Correa
El presidente ecuatoriano Rafael Correa expresó su oposición
al matrimonio entre personas del mismo sexo, pero ante el rechazo de activistas
por los derechos de las minorías sexuales, propuso un referendo para que los
ciudadanos se pronuncien sobre la adopción de las bodas gay.
Correa, figura de la izquierda latinoamericana y quien
reivindica a menudo sus convicciones católicas, mostró el miércoles pasado su
desacuerdo con el matrimonio entre personas del mismo sexo.
"Yo tengo en el gabinete a personas de los grupos LGBTI
(lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales). Se ha rescatado
mucho el respeto a estos grupos, pero no creo en el matrimonio gay", dijo
en una entrevista con el canal privado RTS.
Correa, en cuyo gabinete la ministra de Salud es
abiertamente lesbiana, afirmó ser "muy progresista en la parte económica y
social, pero bastante conservador en cuestiones morales", y aclaró que no
pretende transmitir sus valores y principios, aún cuando tenga "todo el
derecho" de hacerlo y haya sido reelecto hasta 2017 también por sus
creencias.
"No es que uno puede llevarse por las tendencias, tiene
que llevarse por principios, valores, creencias", enfatizó el gobernante,
un economista de 50 años educado en Estados Unidos y Europa, para quien "la familia es el fundamento de la sociedad".
Sus afirmaciones generaron el rechazo de organizaciones
defensoras de los derechos de los gays, que lo criticaron en la red social
Twitter. En un intercambio de mensajes con Pamela Troya, coordinadora del
colectivo Igualdad de Derechos ¡Ya!, el presidente planteó una consulta popular
sobre la adopción de las bodas gay.
"No hay problema: con las próximas elecciones
seccionales (de febrero de 2014) hacemos una consulta popular, ok? Veremos si
son mis dogmas y prejuicios", expresó a Troya, quien se dijo denigrada por
las declaraciones de Correa.
"Usted nos denigra e irrespeta cuando antepone sus
dogmas y prejuicios para gobernar", manifestó la activista, quien se
identifica en Twitter como "lesbiana por convicción y decisión
política".
"Mejor aún: propongo una consulta popular!",
enfatizó el jefe de Estado al replicar a otro internauta, que pidió debatir el
tema entre el gobierno y la sociedad civil. El presidente de la Fundación
Equidad (LGBTI), Efraín Soria, rechazó por su parte que esta cuestión sea
sometida a referendo al sostener que el matrimonio igualitario es un derecho
humano.
"Estamos opuestos a ese tipo de consultas porque
sabemos que llevamos las de perder. Los derechos humanos no se pueden consultar
sino que se deben garantizar", declaró a la AFP.
Soria añadió que "el presidente tiene la libertad de
expresar sus valores muy particulares", pero también el deber como jefe de
Estado de "respetar la Constitución, que prohíbe la discriminación y
define a Ecuador como un Estado laico".
Correa, quien en su juventud participó en un voluntariado de
la orden salesiana, planteó el plebiscito pese a que en anteriores
declaraciones descartó apoyar cambios legales que permitan los matrimonios gay,
si bien se declaró admirador de los defensores de las minorías sexuales.
En particular, se refería a la propuesta de grupos LGTBI de
que en las cédulas de identidad se cambie el rótulo de sexo (masculino o
femenino) por el de género, con lo que una persona podría registrarse según su
orientación sexual.
"La palabra sexo en la cédula más género; pero
reemplazar sexo por género no lo voy a aceptar nunca", remarcó el
miércoles Correa, quien consideró ese cambio como una estrategia que abriría la
posibilidad del matrimonio homosexual.
Tomado de: http://anodis.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario