sábado, 30 de junio de 2012

Organización LGTB paraguaya desconoce a Federico Franco


Imagen: https://twitter.com

Tras la destitución de Lugo en el cargo presidencial, el futuro de la comunidad LGBT en Paraguay no parece promisorio. En diálogo con SentidoG.com, Simon Cazal, activista y presidente de la organización SomosGay indicó que “es claro para nosotros que este gobierno, (el del actual Federico Franco) al que consideramos ilegítimo, atentará contra no solo las libertades individuales sino tambien las colectivas y principalmente las de los grupos de defensa de derechos humanos, como ya lo ha declarado”.

SomosGay ya tomó postura al respecto, y se plantea consensuarla en el próximo Congreso LGTB que se realizará en Asunción este fin de semana y será publicada en la Parada de la Igualdad convocada para el próximo sábado 30. “Les esperamos a todos y todas para celebrar juntos el orgullo de ser iguales y avanzar hacia la construcción de un nuevo Paraguay sin homofobia, sin machismo, sin violencia y en plena libertad”, indicó el activista.

Cazal comentó los avances obtenidos durante la presidencia de Lugo y está convencido que ha sido una gestión favorable a los derechos lgbt pese a la vocación sacerdotal del político. “En Paraguay, durante la dictadura, no había peor cosa que ser comunista o puto: en el imaginario social, Stroessner construyó la imagen del puto y del comunista como la amenaza a “la raza guaraní”, llegando a persecuciones públicas que no se vieron en otros países. En Paraguay, un gay es un “108″, el número prohibido en placas de vehículos y numeración de casas.

Este número hace alusión a los detenidos en una redada de 1959, muchachos que fueron torturados y paseados por la ciudad capital como castigo por ser “inmorales” que coexiste con una generación nueva, mayoritaria en este momento en términos poblacionales (una de cada cuatro personas tiene entre 15 y 29 años de edad y el 40% de su población tiene menos de 15 años), que pudo tener la perspectiva de que la igualdad plena es posible, gracias principalmente al enorme impacto de la llegada de este nuevo periodo democrático que desplazó a los “colorados” del ejecutivo… y a la aprobación del matrimonio igualitario en Argentina.

La cercanía cultural con Argentina hizo que este logro abriera las puertas al debate acerca de los derechos humanos y la existencia digna de personas LGTB en Paraguay, de una manera nunca antes vista en la historia de nuestro país. En 2010, cuando se veía venir la aprobación del matrimonio igualitario en Argentina, lo vivimos como si fuera para aprobarlo acá…”dice Simon.

Con la llegada de Lugo a la presidencia se lograron grandes avances en materia de política pública, pero aún falta bastante. Los grupos fundamentalistas, vinculados a las mafias y a la dictadura, aún están en gran parte de los organismos del Estado y controlan las mayorías en el Congreso, por lo que el trabajo se enfoca principalmente a acercar información a la ciudadanía. En este aspecto, la apertura de varias instancias, principalmente del ejecutivo, durante el periodo de Lugo, ha sido clave. Los importantes gestos que ha tenido el Presidente en la defensa de la ciudadanía LGTB y su resistencia al insistente cabildeo de los sectores más fundamentalistas de las distintas religiones han sido muy importantes.

Estos avances, sin embargo, no están lo suficientemente arraigados en políticas de Estado que se puedan sostener más allá de los gobiernos de turno. Lugo fue, en 2008, el único candidato que abiertamente estuvo a favor de la “unión civil” en su campaña, y después fue avanzando hacia el apoyo al matrimonio igualitario. Cuando fue cuestionado por los sectores religiosos, les respondió que él era el presidente de todos y todas y aseguró que si el Congreso aprueba una ley de matrimonio igualitario, él la firmaría.

La mayoría en el Congreso la controlan los conservadores de derecha y ultraderecha religiosa, que ya se pronunciaron contra cualquier proyecto que apunte a conquistar la igualdad en relación al matrimonio. Es el mismo Congreso que amenazó al Presidente con un juicio político por haber firmado la carta de Ushuaia, que pretendía apoyar a las democracias en el MERCOSUR. Su respuesta a la ley argentina de matrimonio y a los avances de la justicia brasileña fue el discurso xenófobo” sostuvo Cazal.

Tomado de: http://lgbt-noche.blogspot.com

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