Imagen: http://commons.wikimedia.org
Las medidas homófobas tomadas por varias regiones y ciudades de Rusia, entre ellas San Petersburgo la semana pasada, inspiran a los extremistas de otras ex repúblicas soviéticas.
Y es que Balti, segunda ciudad en importancia de Moldavia, decidió retirar de su territorio todo tipo de "propaganda homosexual".
El consejo municipal de dicha ciudad votó en su mayoría prohibir todo debate público sobre temas de diversidad sexual. El texto que se adjunta a los de "seguridad moral de Balti" condena "la imposición agresiva de las formas del comportamiento sexual pertenecientes a una minoría insignificante con respecto a la mayoría de la población".
Propuesta por el Partido Comunista, la enmienda se apoya y hace énfasis en las "tradiciones cristianas del pueblo moldavo". La iglesia ortodoxa la recibió con entusiasmo. Según Gemnderdoc-M, principal organización LGBT de Moldavia, la decisión se tomó justo en un momento electoral.
"La cuestión lésbico-gay es un asunto que se presta para los juegos políticos", deplora ILGA Europa en un comunicado en el que añade: "Las manifestaciones recientes de homofobia, los discursos de odio, las incitaciones a la violencia y las discriminaciones contra los homosexuales han tomado un carácter sistemático. Los ataques son cada vez más frecuentes y más virulentos en ese país".
Tomado de: http://zonadiversa.blogspot.com/
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