Foto: http://www.outandaboutnewspaper.com/
Rusia no está tan lejos de la América profunda. Si llevamos
semanas comentando el debate en la Duma sobre una ley mordaza para el colectivo
LGTB con la excusa de proteger a la infancia, algo simular ocurre, y por
segunda vez, en el estado de Tennessee.
La llaman ley “Don´t Say Gay” (“No digas
homosexual”) vuelve a debatirse en el Senado estatal, como ocurrió en 2011,
cuando fue aprobada, aunque en la Cámara de
Representantes, que debía aprobarla definitivamente, se quedó sin
respaldo.
La norma prohíbe cualquier discusión de la homosexualidad en
las escuelas de primaria y secundaria. Por si fuera poco, ahora se ha añadido
una nueva disposición que requiere que los consejeros escolares informen a los
padres de la orientación sexual de sus hijos cuando estos sean o detecten que
puedan convertirse en gays o lesbianas.
En 2011, el proyecto de ley aprobado en el Senado fue
considerado inútil en la Cámara debido al hecho de que las escuelas públicas de
Tennessee no tienen programas de educación sexual hasta el noveno grado. Por lo
tanto, no hay ninguna discusión formal de cualquier tipo de sexualidad,
tampoco la homosexual, ni en primaria ni
secundaria.
El representante Campfield, que ya impulsó la anterior
propuesta, justificó el volverla a presentar así: “Creo que hay situaciones en
las que algunos niños tal vez con falta de confianza en sí mismos o sexualmente
confundidos reciben influencia de terceras personas que les hacen finalmente
convertirse en gays o les anima a explorar esas cosas. Los niños son fácilmente
influenciables.”
Tomado de: http://www.ociogay.com
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